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со всех языков на все языки

engañar el oído

  • 1 engañar

    1. v absol
    вводи́ть в заблужде́ние, обма́нывать ( кого); быть обма́нчивым
    2. vt
    1) обману́ть
    а) перехитри́ть; провести́ разг
    б) обсчита́ть, обве́сить, обме́рить и т п; наду́ть разг
    в) соблазни́ть
    г) измени́ть (мужу; жене)
    2) a uno con algo обману́ть, завле́чь, соблазни́ть кого чем; подсу́нуть кому что
    3) обману́ть ( восприятие)

    engañar el hambre — заглуши́ть го́лод

    engañar el oído — обману́ть слух

    engañar la sed — слегка́ утоли́ть жа́жду; промочи́ть го́рло

    engañar la vista — создава́ть мира́ж, опти́ческий обма́н тж мн

    Diccionario Español-Ruso de Uso Moderno > engañar

  • 2 надуть

    наду́ть
    1. (газом, воздухом) blovi, pufi;
    2. (обмануть) trompi;
    \надуться ofendiĝi, paŭti.
    * * *
    сов., вин. п.
    1) hinchar vt, inflar vt; emplumar vt (Гват., Куба)

    наду́ть мяч, ши́ну — hinchar un balón, un neumático

    ве́тер наду́л па́рус — el viento hinchó la vela

    ве́тром наду́ло руба́шку безл.el viento hinchó la camisa

    2) тж. род. п. (нанести - о ветре и т.п.) soplar vt

    в дверь наду́ло сне́гу безл.el viento colaba la nieve por la puerta

    из окна́ наду́ло хо́лоду — de la ventana soplaba viento frío

    3) безл. разг.

    мне наду́ло в у́хо, в грудь — me ha dado un aire en el oído, en el pecho

    4) прост. ( обмануть) engañar vt, pegársela (a), jugársela de codillo, meter la viruta
    ••

    наду́ть гу́бы прост.fruncir los labios

    наду́ть щёки — inflar los carrillos

    * * *
    сов., вин. п.
    1) hinchar vt, inflar vt; emplumar vt (Гват., Куба)

    наду́ть мяч, ши́ну — hinchar un balón, un neumático

    ве́тер наду́л па́рус — el viento hinchó la vela

    ве́тром наду́ло руба́шку безл.el viento hinchó la camisa

    2) тж. род. п. (нанести - о ветре и т.п.) soplar vt

    в дверь наду́ло сне́гу безл.el viento colaba la nieve por la puerta

    из окна́ наду́ло хо́лоду — de la ventana soplaba viento frío

    3) безл. разг.

    мне наду́ло в у́хо, в грудь — me ha dado un aire en el oído, en el pecho

    4) прост. ( обмануть) engañar vt, pegársela (a), jugársela de codillo, meter la viruta
    ••

    наду́ть гу́бы прост.fruncir los labios

    наду́ть щёки — inflar los carrillos

    * * *
    v
    1) gener. (ñàñåñáè - î âåáðå è á. ï.) soplar, dar por la de rengo, dar un plantón, emplumar (Гват., Куба), hinchar, inflar, quedarse (con) (кого-л.), trampear
    2) colloq. timar
    3) simpl. (îáìàñóáü) engañar, jugársela de codillo, meter la viruta, pegársela (a)

    Diccionario universal ruso-español > надуть

  • 3 Ohr

    oːr
    n
    1) ( äußerlich) ANAT oreja f

    es faustdick hinter den Ohren haben — ser muy vivo, tener mucha malicia, ser de armas

    Auf diesem Ohr ist er taub! — ¡No quiere saber nada de eso!

    2) ( Gehör) oído m

    Ich bin ganz Ohr! — ¡Soy todo oídos!

    Ohr
    <-(e)s, -en>; (äußeres) oreja Feminin; (inneres) oído Maskulin; es ist mir zu Ohren gekommen, dass... he oído que...; mir dröhnen/sausen die Ohren me suenan/zumban los oídos; ich bin ganz Ohr soy todo oídos; mit halbem Ohr zuhören escuchar a medias; sich Dativ die Ohren zuhalten taparse los oídos; etwas noch im Ohr haben tener algo todavía en la cabeza; jemandem die Ohren lang ziehen (umgangssprachlich bildlich) dar un tirón de orejas a alguien; auf dem Ohr bin ich taub (bildlich) no me doy por aludido; die Melodie geht ins Ohr la melodía se pega; jemanden übers Ohr hauen engañar a alguien; schreib dir das hinter die Ohren! (umgangssprachlich) ¡tenlo bien presente!; etwas geht zum einen Ohr rein, zum anderen wieder heraus (umgangssprachlich bildlich) algo entra por un oído y sale por el otro; viel um die Ohren haben (umgangssprachlich) estar muy ocupado; bis über beide Ohren verliebt sein (umgangssprachlich bildlich) estar enamorado hasta la médula; die Situation/die Arbeit wächst mir über die Ohren (bildlich) la situación/el trabajo me desborda; sich aufs Ohr legen (umgangssprachlich bildlich) planchar la oreja; es faustdick hinter den Ohren haben (umgangssprachlich bildlich) tener muchas conchas
    ( Plural Ohren) das
    gute/schlechte Ohren haben oír bien/ mal
    ein offenes Ohr für etw/jn haben (figurativ) escuchar algo/a alguien, ser muy comprensivo ( femenino comprensiva) con algo/alguien
    ein paar oder eins oder was hinter die Ohren kriegen (umgangssprachlich & figurativ) recibir una castaña oder un par de castañas
    halt die Ohren steif! (umgangssprachlich & figurativ) ¡ánimo!
    jn übers Ohr hauen (umgangssprachlich & figurativ) timar a alguien
    sich aufs Ohr legen (umgangssprachlich & figurativ) acostarse

    Deutsch-Spanisch Wörterbuch > Ohr

  • 4 Öhr

    oːr
    n
    1) ( äußerlich) ANAT oreja f

    es faustdick hinter den Ohren haben — ser muy vivo, tener mucha malicia, ser de armas

    Auf diesem Ohr ist er taub! — ¡No quiere saber nada de eso!

    2) ( Gehör) oído m

    Ich bin ganz Ohr! — ¡Soy todo oídos!

    Ohr
    <-(e)s, -en>; (äußeres) oreja Feminin; (inneres) oído Maskulin; es ist mir zu Ohren gekommen, dass... he oído que...; mir dröhnen/sausen die Ohren me suenan/zumban los oídos; ich bin ganz Ohr soy todo oídos; mit halbem Ohr zuhören escuchar a medias; sich Dativ die Ohren zuhalten taparse los oídos; etwas noch im Ohr haben tener algo todavía en la cabeza; jemandem die Ohren lang ziehen (umgangssprachlich bildlich) dar un tirón de orejas a alguien; auf dem Ohr bin ich taub (bildlich) no me doy por aludido; die Melodie geht ins Ohr la melodía se pega; jemanden übers Ohr hauen engañar a alguien; schreib dir das hinter die Ohren! (umgangssprachlich) ¡tenlo bien presente!; etwas geht zum einen Ohr rein, zum anderen wieder heraus (umgangssprachlich bildlich) algo entra por un oído y sale por el otro; viel um die Ohren haben (umgangssprachlich) estar muy ocupado; bis über beide Ohren verliebt sein (umgangssprachlich bildlich) estar enamorado hasta la médula; die Situation/die Arbeit wächst mir über die Ohren (bildlich) la situación/el trabajo me desborda; sich aufs Ohr legen (umgangssprachlich bildlich) planchar la oreja; es faustdick hinter den Ohren haben (umgangssprachlich bildlich) tener muchas conchas
    ( Plural Öhre) das

    Deutsch-Spanisch Wörterbuch > Öhr

  • 5 pegar

    v.
    1 to stick.
    Ella pega el afiche She sticks the poster.
    2 to hit.
    pega a su mujer/a sus hijos he beats his wife/children
    3 to give (propinar) (bofetada, paliza).
    pegar un golpe a alguien to hit somebody
    pegar un tiro a alguien to shoot somebody
    Ella le pegó una tremenda paliza She gave him a good thrashing.
    4 to suit, to go with (corresponder a, ir bien a).
    no le pega ese vestido that dress doesn't suit her
    no le pega ese novio that boyfriend isn't right for her
    5 to paste (computing).
    6 to go together, to match.
    pegar con to go with
    7 to beat down (sol).
    8 to glue, to adhere, to bond, to paste.
    Ella pega las hojas She glues the sheets.
    9 to infect with.
    Yo le pegué a Ricardo un catarro I infected Richard with a cold.
    10 to sew on.
    Ella pega botones She sews on buttons.
    * * *
    1 (gen) to stick; (con pegamento) to glue, stick with glue; (con cola) to paste, stick with paste
    2 (coser) to sew on
    3 (contagiar) to give
    4 (acercar) to move close to
    5 INFORMÁTICA to paste
    1 (combinar) to match
    1 (quemarse) to stick
    2 (persona) to latch onto
    \
    no pegar ni con cola (no entonar) to be totally wrong, look totally out of place 2 (ser increíble) to be impossible to believe
    ————————
    1 (golpear) to hit
    mamá, Pablo me ha pegado mum, Pablo hit me
    2 (dar) to give
    ¡vaya susto me has pegado! you didn't half scare me!
    1 (tener fuerza) to beat down
    ¡cómo pega el sol hoy! it's a real scorcher today!
    2 (beber) to knock back
    le gusta pegarle al whisky ¿eh? he likes knocking back the whisky, doesn't he
    1 (tropezar) to bump ( con, into)
    \
    dále que te pego over and over again, on and on
    no pegar golpe not to do a blessed thing
    no pegar ojo not to sleep a wink
    pegar fuerte (golpear) to hit hard 2 (tener éxito) to be all the rage
    pegarle fuego a algo to set fire to something
    pegarle un tiro a alguien to shoot somebody
    pegarle una paliza a alguien to beat somebody up
    pegarse la vida padre familiar to live the life of Riley
    pegarse un tiro to shoot oneself
    pegársela (caerse) to fall over, fall down 2 (tener un accidente) to have an accident
    pegársela a alguien (engañar) to do the dirty on somebody 2 (ser infiel) to be unfaithful to somebody
    * * *
    verb
    1) to hit, strike
    2) glue, stick
    * * *
    1. VT
    1) (=adherir)
    a) [gen] to stick; [con cola] to glue, stick; [+ cartel] to stick up; [+ dos piezas] to fix together; (Inform) to paste
    b) (=coser) [+ botón] to sew on
    2) (=golpear) [gen] to hit; (=dar una torta a) to smack
    3) * (=dar)

    me pegó un golpehe hit me

    pegar un grito — to shout, cry out

    le han pegado un puntapié — they gave him a kick, they kicked him

    pegar un saltoto jump ( with fright {etc}4})

    pegar un susto a algn — to scare sb, give sb a fright

    ¡qué susto me has pegado! — what a fright you gave me!

    le pegaron un tirothey shot him

    fuego 1)
    4) (=arrimar)

    pegar una silla a una paredto move o put a chair up against a wall

    5) * (=contagiar) to give (a to)
    6)
    7) Méx (=atar) to tie, fasten (down); [+ caballo] to hitch up
    8) Caribe [+ trabajo] to start
    2. VI
    1) (=adherir) to stick; (Inform) to paste
    2) (=agarrar) [planta] to take (root); [remedio] to take; [fuego] to catch
    3)

    pegar en algo(=dar) to hit sth; (=rozar) to touch sth

    pegaba con un palo en la puertahe was pounding on o hitting the door with a stick

    4) * (=armonizar) to go well, fit; [dos colores] to match, go together

    pegarle a algn: no le pega nada actuar así — it's not like him to act like that

    pegar con algo — to match sth, go with sth

    5) * (=ser fuerte) to be strong
    6) * (=tener éxito)
    7) * (=creer)

    me pega que...: me pega que no vendrá — I have a hunch that he won't come

    8)

    pegarle a algo* to be a great one for sth *

    9) Caribe, Méx * (=trabajar duro) to slog away *
    3.
    See:
    * * *
    1.
    verbo transitivo
    1)
    a) <bofetada/patada> to give
    b) <grito/chillido> to let out
    c) (fam) < repaso>
    2)
    a) ( adherir) to stick; ( con cola) to glue, stick

    pegó un póster en la paredshe stuck (o pinned etc) a poster up on the wall

    b) ( coser) <mangas/botones> to sew on
    c) ( arrimar) to move... closer
    3) (fam) ( contagiar) < enfermedad> to give

    pegarla — (RPl fam) to be dead on (AmE colloq), to be spot on (BrE colloq)

    2.
    pegar vi
    1)
    a) ( golpear)

    pegarle a alguien — to hit somebody; (a un niño, como castigo) to smack somebody

    si vuelves a hacer eso, te pego — if you do that again, I'll smack you

    b) (fam) ( hacerse popular) producto/moda to take off; artista to be very popular
    c) (fam) ( ser fuerte) viento to be strong
    2)
    a) ( adherir) to stick
    b) ( armonizar) to go together
    3.
    pegarse v pron
    1)
    a) ( golpearse)

    me pegué con la mesaI knocked o hit myself on the table

    me pegué en la cabezaI banged o knocked my head

    se pegó un porrazo — (fam) she gave herself a nasty knock

    pegársela — (Esp fam) to have a crash

    pegársela a alguien — (Esp fam) ( ser infiel) to be unfaithful to somebody

    b) (recípr) ( darse golpes) to hit each other
    2) < susto> to get

    pegarse una ducha — (fam) to take o have a shower

    me voy a pegar unas vacaciones...! — I'm going to give myself a good vacation o (BrE) holiday

    3)
    a) ( adherirse) to stick

    se pegó al or del timbre — she kept her finger on the doorbell

    b) ( contagiarse) enfermedad to be infectious

    eso se pega — you can easily catch it; (+ me/te/le etc)

    se le pegó la costumbre de... — she got into the habit of...

    * * *
    1 = plaster, affix, attach, glue, fasten together, stick, paste together, cement.
    Ex. Then it gets progressively worse as walls are washed away and vehicles plastered against houses and trees.
    Ex. Some libraries use small stickers affixed to the spines which have cartoons or ideograms indicating a special genre.
    Ex. In fixed location notation was physically attached to certain places on the shelves and books were always filed in the same place.
    Ex. The binding type specifies the type of binding ( glued, sewn).
    Ex. A book is physically a collection of sheets usually paper ones fastened together and protected by a cover which do form a genuine unit.
    Ex. Is it a matter of a library in one country sticking a pin in a map and requesting a document from the nearest library to where the pin is inserted?.
    Ex. The boards were generally made of wood up to the later fifteenth century; then of sheets of paper pasted together ('pasteboard'); and then, from the early eighteenth century in good-quality binding but later in cheap work, of rope-fibre millboard.
    Ex. An in-house bulletin may serve to cement firm relationships with the library's personnel.
    ----
    * arrastrar y pegar = drag and drop.
    * copiar y pegar = copy and paste.
    * cortar y pegar = cut-and-paste.
    * goma de pegar = rubber solution.
    * ir pegado a = hug.
    * no pegar ni con cola = stick out like + a sore thumb.
    * pegar a Alguien = look + good on + Nombre.
    * pegar con cinta adhesiva = tape.
    * pegarse = stick together, bricking, blocking, rub off on.
    * pegarse a = stick to, have + a rub-off effect on.
    * pegarse como una lapa = cling like + a limpet, stick like + a limpet.
    * pegar sobre = paste onto.
    * pegar una nota en un sitio público = post.
    * * *
    1.
    verbo transitivo
    1)
    a) <bofetada/patada> to give
    b) <grito/chillido> to let out
    c) (fam) < repaso>
    2)
    a) ( adherir) to stick; ( con cola) to glue, stick

    pegó un póster en la paredshe stuck (o pinned etc) a poster up on the wall

    b) ( coser) <mangas/botones> to sew on
    c) ( arrimar) to move... closer
    3) (fam) ( contagiar) < enfermedad> to give

    pegarla — (RPl fam) to be dead on (AmE colloq), to be spot on (BrE colloq)

    2.
    pegar vi
    1)
    a) ( golpear)

    pegarle a alguien — to hit somebody; (a un niño, como castigo) to smack somebody

    si vuelves a hacer eso, te pego — if you do that again, I'll smack you

    b) (fam) ( hacerse popular) producto/moda to take off; artista to be very popular
    c) (fam) ( ser fuerte) viento to be strong
    2)
    a) ( adherir) to stick
    b) ( armonizar) to go together
    3.
    pegarse v pron
    1)
    a) ( golpearse)

    me pegué con la mesaI knocked o hit myself on the table

    me pegué en la cabezaI banged o knocked my head

    se pegó un porrazo — (fam) she gave herself a nasty knock

    pegársela — (Esp fam) to have a crash

    pegársela a alguien — (Esp fam) ( ser infiel) to be unfaithful to somebody

    b) (recípr) ( darse golpes) to hit each other
    2) < susto> to get

    pegarse una ducha — (fam) to take o have a shower

    me voy a pegar unas vacaciones...! — I'm going to give myself a good vacation o (BrE) holiday

    3)
    a) ( adherirse) to stick

    se pegó al or del timbre — she kept her finger on the doorbell

    b) ( contagiarse) enfermedad to be infectious

    eso se pega — you can easily catch it; (+ me/te/le etc)

    se le pegó la costumbre de... — she got into the habit of...

    * * *
    pegar2
    2 = hit, spank, smack, whip, beat, belt, whack.

    Ex: When I saw what he was up to, I drew back for a punch and hit him so hard on the nose that he fell on his back and lay there for some time, so that his wife stood over him and cried out 'Mercy! You've done my husband in!'.

    Ex: In addition, both physical & verbal violence appear to be transgenerational: people who were spanked frequently as children are more prone to frequently spank their own children.
    Ex: Parents who endorse the use of non-coercive management techniques smack their children as well.
    Ex: He got whipped by policemen right here in Montgomery.
    Ex: Flexible moulds made of laminated paper called 'flong' were first used in Lyons in 1829 and were blotting and tissue paper pasted together, and the mould was formed by beating damp flong on the face of the type.
    Ex: They chased him and one belted him over the head with the bar, forcing him to the ground.
    Ex: The assailants, he said, did not know 'if I was straight or gay, I just happened to pass by and got whacked on the head'.
    * pegar chillidos = shriek.
    * pegar en el larguero = hit + the crossbar.
    * pegar en el travesaño = hit + the crossbar.
    * pegar fuerte = hit + hard, pack + a wallop.
    * pegar gritos = shriek, shout.
    * pegarse una hostia = come + a cropper.
    * pegar un estirón = shoot up.
    * pegar un puñetazo = sock.
    * pegar un repullo = give + a start, startle.
    * pegar un respingo = give + a start, startle.
    * pegar un susto = spook.

    1 = plaster, affix, attach, glue, fasten together, stick, paste together, cement.

    Ex: Then it gets progressively worse as walls are washed away and vehicles plastered against houses and trees.

    Ex: Some libraries use small stickers affixed to the spines which have cartoons or ideograms indicating a special genre.
    Ex: In fixed location notation was physically attached to certain places on the shelves and books were always filed in the same place.
    Ex: The binding type specifies the type of binding ( glued, sewn).
    Ex: A book is physically a collection of sheets usually paper ones fastened together and protected by a cover which do form a genuine unit.
    Ex: Is it a matter of a library in one country sticking a pin in a map and requesting a document from the nearest library to where the pin is inserted?.
    Ex: The boards were generally made of wood up to the later fifteenth century; then of sheets of paper pasted together ('pasteboard'); and then, from the early eighteenth century in good-quality binding but later in cheap work, of rope-fibre millboard.
    Ex: An in-house bulletin may serve to cement firm relationships with the library's personnel.
    * arrastrar y pegar = drag and drop.
    * copiar y pegar = copy and paste.
    * cortar y pegar = cut-and-paste.
    * goma de pegar = rubber solution.
    * ir pegado a = hug.
    * no pegar ni con cola = stick out like + a sore thumb.
    * pegar a Alguien = look + good on + Nombre.
    * pegar con cinta adhesiva = tape.
    * pegarse = stick together, bricking, blocking, rub off on.
    * pegarse a = stick to, have + a rub-off effect on.
    * pegarse como una lapa = cling like + a limpet, stick like + a limpet.
    * pegar sobre = paste onto.
    * pegar una nota en un sitio público = post.

    * * *
    pegar [A3 ]
    vt
    A
    1 (propinar) ‹bofetada/paliza/patada› to give
    le pegó una paliza terrible he gave him a terrible beating
    le pegué una patada en la rodilla I gave him a kick on the knee, I kicked him on the knee
    te voy a pegar un coscorrón I'm going to clout you o give you such a clout! ( colloq)
    le pegaron un tiro they shot her
    2 ‹grito/salto›
    pegó un chillido she let out a scream, she screamed
    les pegó cuatro gritos y se callaron she shouted at them and they shut up
    pegó un salto de alegría he jumped for joy
    pegó media vuelta y se fue he turned around and walked away
    3 ‹susto› to give
    ¡qué susto me pegaste! you gave me a terrible fright!
    4 ( fam) ‹repaso›
    pégale un repaso a este capítulo look over this chapter again
    le pegué una miradita I had a quick look at it
    B
    1 (adherir) to stick; (con cola) to glue, stick; (con engrudo) to paste, stick
    pegué los sellos en el sobre I stuck the stamps on the envelope
    ¿cómo pego la suela? how can I stick the sole?
    vamos a pegar todos los pedazos we're going to glue o stick all the pieces back together
    pegó un póster en la pared she stuck ( o pinned etc) a poster up on the wall
    2 (coser) ‹mangas/botones› to sew … on
    ni siquiera sabe pegar un botón he can't even sew a button on
    3 (arrimar, acercar) to move … closer
    pega el coche un poco más a la raya move the car a little closer to the line
    pegó el oído a la pared he put his ear to the wall
    4 ( Inf) to paste
    C ( fam) (contagiar) ‹enfermedad› to give
    no te acerques, que te pego la gripe don't come near me, I'll give you my flu o you'll get my flu
    pegarla ( RPl fam); to be dead on ( AmE colloq), to be spot on ( BrE colloq)
    la verdad es que la pegamos con su regalo we really were dead on o spot on with her gift
    con este espectáculo sí la vamos a pegar we're going to have a big hit with this show ( colloq)
    pegar su chicle con algn ( Méx arg); to score with sb (sl)
    ■ pegar
    vi
    A
    1
    (golpear): pegarle a algn to hit sb; (a un niño, como castigo) to smack sb
    dicen que le pega a su mujer they say he beats his wife
    si vuelves a hacer eso, te pego if you do that again, I'll smack you
    ¡a mí no me vas a pegar! don't you dare hit me!
    la pelota pegó en el poste the ball hit the goalpost
    pegarle a algo ( fam): ¡cómo le pegan al vino! they sure like their wine ( colloq), they certainly knock back the wine ( colloq)
    ahora le pega al canto ( Chi); she's into singing at the moment ( colloq)
    2 ( fam) (hacerse popular) to take off
    si el producto no pega, quebramos if the product doesn't take off o catch on, we'll go under
    una artista que pega en el extranjero an artist who's very popular abroad
    su último disco está pegando fuerte her latest record is a big hit ( colloq)
    3 ( fam) (ser fuerte) «viento» to be strong
    ¡cómo pegaba el sol! the sun was really beating down!, the sun was really hot!
    este vino pega muchísimo this wine's really strong, this wine goes to your head
    B
    1 (adherir) to stick
    2 (armonizar) to go together
    estos colores no pegan these colors* don't go together
    pegar CON algo to go WITH sth
    esos zapatos no pegan con el vestido those shoes don't go (well) with the dress
    esa mesa no pega con los demás muebles that table doesn't fit in with o go with the rest of the furniture
    el vino blanco no pega con la carne white wine doesn't go with meat
    este cuadro aquí no pega ni con cola this picture looks really out of place here
    no pegamos ni juntamos en este ambiente we stick out like a sore thumb in a place like this
    C ( Chi fam) (dirigirse) pegar PARA algo; to head o make FOR sth
    pegó para su casa she made o headed for home
    A
    1
    (golpearse): me pegué con la mesa I bumped into the table, I knocked myself on the table
    me pegué en la cabeza I banged o knocked my head
    se cayó de la bicicleta y se pegó un porrazo ( fam); she fell off her bike and gave herself a nasty knock
    pegársela ( Esp fam); to have a crash
    pegársela a algn ( Esp fam); (ser infiel) to be unfaithful to sb, cheat on sb ( AmE colloq); (traicionar) to double-cross sb, do the dirty on sb ( colloq)
    2 ( recípr) (darse golpes) to hit each other
    estos niños siempre se están pegando these kids are always hitting each other o fighting
    B
    1 ‹susto›
    ¡qué susto me pegué cuando la vi! I got such a fright when I saw her
    2 ‹tiro›
    se pegó un tiro en la sien he shot himself in the head
    ¡es para pegarse un tiro! it's enough to drive you crazy o mad!
    3 ( fam)
    (tomarse, darse): me voy a pegar una ducha I'm going to take o have a shower
    anoche nos pegamos una comilona tremenda we had an amazing meal last night ( colloq)
    ¡me voy a pegar unas vacaciones …! I'm going to give myself o have myself a good vacation
    4 ( Esp fam) (pasar) to spend
    me pegué el día entero estudiando I spent the whole day studying
    me pegué cuatro días sin salir de casa I didn't leave the house for four days, I went (for) four days without leaving the house ( colloq)
    C
    1 (adherirse) to stick
    no consigo que este sobre se pegue I can't get this envelope to stick
    se me ha pegado el arroz the rice has stuck
    mi madre se pega al or del teléfono y no para de hablar once my mother gets yakking on the phone there's no stopping her ( colloq)
    se pegó al or del timbre she kept her finger on o she leaned on the doorbell
    se me pega y después no se qué hacer para deshacerme de él he latches on to me and then I can't get rid of him
    2
    «costumbre/enfermedad» (contagiarse) (+ me/te/le etc): en Inglaterra se le pegó la costumbre de tomar té in England she got into the habit of drinking tea
    se le ha pegado el acento mexicano he's picked up a Mexican accent
    no te acerques, que se te va a pegar el catarro don't come too close or you'll catch my cold
    * * *

     

    pegar ( conjugate pegar) verbo transitivo
    1
    a)bofetada/patada to give;


    le pegaron un tiro they shot her
    b)grito/chillido to let out;


    pegarle un susto a algn to give sb a fright
    2

    ( con cola) to glue, stick
    b) ( coser) ‹mangas/botones to sew on

    c) ( arrimar) to move … closer

    3 (fam) ( contagiar) ‹ enfermedad to give;

    verbo intransitivo
    1
    a) ( golpear): pegarle a algn to hit sb;

    (a un niño, como castigo) to smack sb;

    la pelota pegó en el poste the ball hit the goalpost
    b) (fam) ( hacerse popular) [producto/moda] to take off;

    [ artista] to be very popular
    2


    pegar CON algo to go with sth;

    pegarse verbo pronominal
    1
    a) ( golpearse):

    me pegué con la mesa I knocked o hit myself on the table;

    me pegué en la cabeza I banged o knocked my head

    2 susto to get;

    3 ( contagiarse) [ enfermedad] to be infectious;

    se te va a pegar mi catarro you'll catch my cold;
    se le ha pegado el acento mexicano he's picked up a Mexican accent
    pegar
    I verbo transitivo
    1 (adherir) to stick
    (con pegamento) to glue
    2 (coser) to sew on
    3 (arrimar) lean against: es mejor que pegues la cuna a la pared, you'd better put the cradle against the wall
    4 (un susto, una enfermedad) to give
    5 (realizar una acción) pegó fuego a la casa, he set the house on fire
    pegó saltos de alegría, he jumped for joy
    6 (maltratar) to hit: no pegues al niño, don't hit the child
    II verbo intransitivo
    1 (combinar) to match: ese jersey no pega con esos pantalones, that sweater doesn't go with those trousers
    (estar próximo a) to be next to: su casa está pegada al cine, his house is next to the cinema
    2 (sol) to beat down
    ♦ Locuciones: no pegar ojo, not to sleep a wink
    ' pegar' also found in these entries:
    Spanish:
    cartel
    - cascar
    - frenazo
    - hebra
    - ojo
    - respingo
    - reventón
    - sacudir
    - zurrar
    - acertar
    - culo
    - dar
    - estirón
    - golpear
    - maltratar
    - rebote
    - salto
    - sonar
    English:
    affix
    - beat
    - beat down
    - believe in
    - belt
    - bond
    - give
    - glue
    - gum
    - hang
    - hit
    - paste
    - punch
    - put up
    - scare
    - sellotape
    - sew on
    - shoot
    - slap
    - slug
    - smack
    - stick
    - stick together
    - strike
    - tape
    - wallop
    - alone
    - attach
    - crack
    - even
    - go
    - jolt
    - superglue
    - wink
    * * *
    vt
    1. [adherir] to stick;
    [con pegamento] to glue; [póster, cartel] to fix, to put up; [botón] to sew on;
    pegó la suela al zapato he stuck the sole on the shoe
    2. [arrimar]
    pegar algo a o [m5] contra algo to put o place sth against sth;
    no pegues la silla tanto a la pared don't put the chair so close up against the wall;
    pega el coche un poco más a la acera move the car in a bit closer to the Br pavement o US sidewalk
    3. [golpear] to hit;
    el balón me pegó en la cara the ball hit me in the face;
    pega a su mujer/a sus hijos he beats his wife/children
    4. [dar] [bofetada, paliza, patada] to give;
    pegó un golpe sobre la mesa he banged the table;
    pegar un susto a alguien to give sb a fright;
    5. [realizar, producir]
    pegar un grito to cry out, to let out a cry;
    no arreglas nada pegando gritos it's no use shouting;
    pegar un respingo to (give a) start;
    pegaban saltos de alegría they were jumping for joy;
    pegar un suspiro to (give a) sigh;
    pegar fuego a algo to set sth on fire, to set fire to sth
    6. [contagiar]
    pegar algo a alguien to give sb sth, to pass sth on to sb;
    le pegó el sarampión a su hermano she gave her brother measles
    7. [corresponder a, ir bien a] to suit;
    no le pega ese vestido that dress doesn't suit her;
    esta corbata pega con esa camisa this tie goes with that shirt;
    no le pega ese novio that boyfriend isn't right for her
    8. Informát to paste
    9. Fam [tener el hábito de]
    le pega mucho al vino he likes his wine
    10. RP Fam
    pegarla [acertar] to be spot on;
    la pegamos con esa idea we were spot on with that idea
    vi
    1. [adherir] to stick
    2. [golpear] to hit;
    la lluvia pegaba en la ventana the rain was driving against the windowpane;
    una bala pegó contra el techo a bullet hit the ceiling;
    la pelota pegó en el larguero the ball hit the crossbar
    3. [armonizar] to go together, to match;
    no pegan nada they don't go together o match at all;
    no pega mucho un bingo en este barrio a bingo hall doesn't really fit o looks rather out of place in this part of town;
    pegar con to go with;
    un color que pegue (bien) con el rojo a colour that goes (well) with red
    4. Fam [ser fuerte] [sol] to beat down;
    [viento, aire] to be strong; [vino, licor, droga] to be strong stuff, to pack a punch;
    el aire pega de costado there's a strong side wind;
    ¡cómo pega el sol! it's absolutely scorching!
    5. [estar al lado]
    pegar a o [m5] con to be right next to;
    el restaurante pega con a la estación the restaurant's right next to the station
    6. Fam [tener éxito, estar de moda] to be in;
    este grupo está pegando mucho últimamente this group is massive at the moment;
    una nueva generación de tenistas viene pegando fuerte a new generation of tennis players is beginning to come through
    * * *
    I v/t
    1 ( golpear) hit
    2 ( adherir) stick, glue
    pegar un grito shout, give a shout;
    no me pega la gana Méx I don’t feel like it
    II v/i
    1 ( golpear) hit
    2 ( adherir) stick
    3 del sol beat down
    4 ( armonizar) go (together)
    * * *
    pegar {52} vt
    1) : to glue, to stick, to paste
    2) : to attach, to sew on
    3) : to infect with, to give
    me pegó el resfriado: he gave me his cold
    4) golpear: to hit, to deal, to strike
    me pegaron un puntapié: they gave me a kick
    5) : to give (out with)
    pegó un grito: she let out a yell
    pegar vi
    1) : to adhere, to stick
    2)
    pegar en : to hit, to strike (against)
    3)
    pegar con : to match, to go with
    * * *
    pegar vb
    1. (adherir) to stick [pt. & pp. stuck]
    2. (golpear) to hit [pt. & pp. hit]
    3. (acercar) to put against [pt. & pp. put]
    4. (contagiar) to give [pt. gave; pp. given]
    5. (armonizar) to go
    pegar un tiro to shoot [pt. & pp. shot]
    pegar un susto to give a fright [pt. gave; pp. given]
    pegar una torta to slap [pt. & pp. slapped]

    Spanish-English dictionary > pegar

  • 6 xabarciar

    Xabarciar, tratar, vender, cosas de poco valor, tratantes de escasa monta. —Cundu you yera un guaxín prexenciéi 'l tibeiru que cheldarun les Xabarceires de la miou aldina con la sou pótchina Facunda ya 'l Pascualón el Xitanu, lu que non cuntaba you yera qu'al currer el tempu tamén me diba ver encibiétchau per mor de la ñecexidá en tener que faer de xabarceiru, ya nagora mesmu comu tóu nisti dicionariu xirbe d’escola, nagua mexor qu’istes estories pa comprendier con mexor vidayu les ñaturales ya ximples costumes de la Nuexa Xantiquina Tierrina, que güéi nel díe tan sous ancestrus nes manes fedientes ya utreresques de prexones tan rapiegues ya llimiagues, que l'únicu que fan ye mistificar les nuexes costumes ya Chingua, menus mal que col tempu les xeneraciones d'astures venideiras xabran poñer les couxes nel sou xeitu, pos conista esperancia trabayu you xin escanxu ya m'allegre ya enxemáu de gociu, perque you séi, ya xuru per toes mious ceyencias con tou la fuercia del miou alma, qu'angún díe non mu xeru, tous lus entroyáus trabayus fechus per lus Amigus del Bable ya de lus del Conceyu Bable, que güéi amindi me pieschen toes les portes, per el baldrayante miéu que xin me dexen xueltu, dalgún d'echus nun me valdríe amindi nin p'arrátchar el cuchu de lus bracus. Axín que ya ta tóu faláu, ya tous lus que nun s'atopen nes arrañáes pradeires del enxútchu vidayu, comprendieran, que toes istes xentaques per minde nomáes nun son namái que pioyones ou paráxitus. TRADUCCIÓN.—Cuando yo era pequeño presencié el sonado escándalo que prepararon las tratantas de mi aldea, por la causa de la su pollina Facunda y de Pascualón el Gitano, lo que no pensaba yo por aquel entonces, era que al transcurrir los años, me iba a ver envuelto por causa de la necesidad o cualquier otra razón parecida, en trabajar como tratante verdulero, frutero, xabarceiru, pero ahora mismo, y como según mi parecer todo en este diccionario ha de servir de escuela, pues nada mejor que estas historias verdaderas, para comprender con mejor entendimiento y sencillez, las naturales y simples maneras, costumbres y diversas cosas de Nuestra Santina Tierrina, pues con grande pena hoy yo estoy viendo, como sus más respetables y queridos ancestros, son manejados ultrajantemente, por personas que faltas de dignidad, amor a la Tierrina y respeto hacia sus sagrados ancestros, están dándoselas de entendidos mistificando toda la "Cultura de Asturias”, pero yo se muy bien, que con el tiempo las generaciones de astures venideras sabrán poner todas las cosas en el lugar que sabiamente les corresponde, con esta hermosa esperanza trabajo yo hoy en día con alegría y cubierto de entusiasmado gozo, porque yo sé, y juro por todas mis creencias con toda la fuerza de mi alma, que algún día y no muy lejano, todos los estercolosos trabajos sobre la materia de la LLingua D'Asturies y sus Ancestros, que fueron basurescamente hechos por los Amigos del Bable y los del Conceyu Bable, que desde siempre, pretendo decir, que desde que nacieron porque mis humildes trabajos les hicieron con afán insano intentar crecer sin tener raíces para sostener su rancuaya creencia, no hicieron otra cosa que ponerme torgas en todas las puertas, por el cobardoso miedo que tenían, pues al dejarme suelto a mí, ninguno de ellos hoy existiría, y menos me serviría ni para limpiar la cubil de los cerdos. Así que ya está dicho todo sobre este asunto de estas asociaciones de la "Trelda", y yo creo que todas las gentes que no tengan las praderas del entendimiento secas y limpias de saberes, comprenderán perfectamente, que todas estas gentes por mi nombradas nada más que son parásitos. —Esta historia que ya de seguido les voy a relatar, terminó con mis huesos en la cárcel, por haberla yo contado en un pequeño libro tal como había sucedido. La verdad que you espatuxé ya galamiéi per tous lus llugares de la miou Tierrina con mu pouca xuerti, quiciavis fora que ñaciera pa ser un esgraciaín ou que les couxes teñíen que cheldaxe axindi, güéi nel díe que ya vou pa viétchu tou contentu de ver vivíu miou vida de la maneira que lu fexe, perque xin axindi nun fora, poucu ou nagua podría cuntar de les costumes ya llingua de miou mantina Tierrina. Xin lus Roxus viexon ganáu l'engarradiétcha, que tal couxa viexen fechu senún se xebraren en tantus partíus pollíticus que nun dexaben llugar pa l'esciplina, pos tóus queríen mangoniar, escutír, ya tou 'l mamplenáu de tibeirus xabarceirus que manexaben, metantu que lus fascioxus afilaben les nabayes p'achuquinar piscuezus, falules you, que xin lus Roxus viexen ganáu, xeguramente que you nun taríe nagora fayénduyes isti dicionariu, perque xeguramente miou pá me viexe adeprendíu dalguna carreira d'inxinieru, maestru, aboguéu, etc., etc., ya me xebrarie del ñatural vivir ganándume 'l pan nes mesmes fontes ancestrales de les nuexes costumes ya llingua, que ye dou s'abaya tou 'l ancestru ximple, ñatural ya fidalgu d'Asturies, Trubiétchu de la Patria España. —Toes les prexones xebráes d'istus ñaturales y xantiquinus llugares de la miou embruxadóura ya melgueira Tierrina, nun poden querecha na fondeirá de sous raigones, nin tampoucu puén faer el munchu trabayu qu'entavía se ñecexita pa poder cheldar en bom xeitu la Nuexa Palancia, ya toa l'ancestral cultura de la Tierrina. —Existi un reflán astur que díz, que lus nenus pa que queran ben a la sou má tenen que mamar nel sou entamu fasta qu’isti d’afechu s’escose. “TERESA, LA JUSTICIA Y LOS ELEGANTES TIMADORES DE NUESTRO TIEMPO" —No son los timadores de mi tiempo, tan desgraciados y tan cándidos como lo era Pascualón el gitano, pues estos indecentes y asquerosos gitanos de hoy día, no son de la raza “calé” (pobrecitas estas humildes y desventuradas gentes, cuanto desde niño las he querido admirado, y cuantos compañeros en la vida he tenido que eran gitanos, siendo todos ellos estupendos camaradas y soberbios muchachos). —Digo que los gitanos de hoy día, son la escoria que dejo la guerra entre la raza despreciable de algunos “payos”, y a uno de ellos, le voy a retratar en estas páginas lo mejor que pueda, sin quitar, ni poner nada, simplemente voy a contar cuanto ha sucedido. —Habíame yo caído trabajando como calderero en el montaje, y rótome el cumal (la columna), quedando de resultas de este llumbazu (caída) inútil para el trabajo que profesaba, y en una situación bastante desesperada, porque las pensiones que asignan a los mutilados trabajadores españoles, son las mayores canalladas y porquerías, que no le alcanzan al desventurado lisiado, ni para comer un plato de sopas cada día. Así pues, había rótome las costillas toda mi vida trabajando para aquella miseria que me condenaba, a vivir el resto de mi existencia falto de todo, todavía para más fastidiarla, escuchando todos los días a los dirigentes de trabajo, bien con sus comedidas y estudiadas frases, que díganlas ellos y entiéndalas María Santísima, dirigiéndose al país, por el medio de la televisión, radio y prensa, que nos iban a dar tanto y cuanto. En resumen, que lo único que nos dan es una caca, tan grande tan asquerosa como ellos son. —Estaba yo de pensión por aquel entonces en casa de la señora Teresa, que era viuda de un desgraciado minero, que el pobre tuvo la triste desgracia para su esposa e hijos, de morirse en la cama abrazado por una enfermedad, y no haberlo hecho en la mina aplastado en una oscura y tenebrosa rampla por un costero, ya que si así hubiera sucedido, le quedaría a su viuda una pensión que aunque también fuese en demasía miserable, no sería tanto como la que le daban por el seguro de enfermedad, que ésta sí que no les algamía (alcanzaba) ni a ella ni a sus tres pequeños hijos, que el mayor aun no llegaba a los nueve años, ni para comer sin fartucase (hartarse), ni una vez a la semana. —Dentro de privaciones y de miserias endiabladas vivía Teresa, estirando la moleculosa pensión que no se espurría (alargaba), por ser en demasía encoyía (encogida) ya de crianza, y pensando yo que a esta triste situación que a ella acompañaba, sin galga (freno) que me detuviese en desfrenada carrera me acercaba, decidimos dedicarnos al trato, para ver si de esta forma lográbamos despegarnos de las miserias que nos rodeaban. —Creo que no hace falta decir, que la Ciencia le hizo correr al progreso con tanta prisa, que desde aquella inolvidable y lejana época de las Xabarceiras, que recorrían las aldeas, romerías y mercados, vendiendo las frutas y demás productos, que transportaban a lomos de los humildes burros, hasta nuestro tiempo, el progreso con sus ingenios modernos, mitad emparentados en el agrado del Hacedor, y la otra parte con los mismos imaginares del propio demonio, hizo a las gentes moverse con apurante desatino, y por tal suceder hoy día, las personas que pretendan dedicarse a la industria de comerciar con las frutas u otras mercancías por las ferias y mercados, no pueden hacerlo sirviéndose de un jumento como medio de transporte, ya que si tal locura hicieran, no ganarían ni para darle un mal pienso a su pollino. —Por tal lleldar (acontecer) Teresa y yo, nos decidimos hacer camino en el oficio de Zabarceirus (tratantes), por eso nos centramos en el menester de comprar una pequeña furgoneta, de ésas que suelen ser a medio uso, y que nos la dieran a plazos, ya que yo no tenía una perrina (cinco céntimos), y ella tenía que pedir prestado el dinero de la entrada que había que pagar por el vehículo, a una conocida suya que sabedora de nuestras pretensiones, habíase decidido a prestárselo. —Así pues ya con esta determinación tomada, y ya completamente decididos a ganarnos la vida en este oficio, que la verdad era el único que me quedaba a mí, ya que a pesar de aún valer para un sinfín de profesiones livianas, no podía aspirar a ellas, porque para tal menester, se necesitaba una recomendación, o ser por lo contrario hijo o pariente de algún facistón de buena marca, faceta única y sin igual, que impera desde la guerra Civil para todos los efectos en mi Patria. Por esto, a poca curiosidad que cualquiera tenga para investigar en este denigrante panorama, se darán cuenta que en todos los ministerios de la nación, desde el que más manda, hasta el conserje que le franquea la puerta, son todos fascistas, divididos en falangistas, que hermoso y Humanitario partido es éste, si sus afiliados cumplieran los Credos que tan maravillosamente creo su Fundador, y la otra parte, está compuesta por exdivisionarios, exlegionarios, excombatientes, exlicenciados de las fuerzas armadas, etc. Y si quieren ustedes encontrar algún Rojo, búsquenlo en las profesiones más bajas y avasalladas del país. Esto que les cuento señores es la pura verdad, así que consideren la libertad que tendremos, cuando detrás de cada obrero, existe un patrón que le roba, y si el trabajador protesta, entonces aparece un látigo y una pistola que le hace por la vía de la fuerza, entrar en la senda de la esclavitud. —Digo yo, que para encontrar esa furgoneta que determinado teníamos de comprar, investigamos en las páginas de anuncios de los periódicos de provincia, por si alguna venía anunciada del tamaño y condiciones que nosotros necesitábamos. Y nuestra alegría fue grande cuando observamos en uno de los diarios que la Casa de Vulcano tenía una en venta, que la vendía dando como señal una pequeña entrada, y después el resto, que se podía pagar en cómodos plazos, también estaba revisada con esmero y garantía, según las manifestaciones hechas por el propio dueño, en la propaganda que de la furgoneta había anunciado, que aseguraba que el tal vehículo, se encontraba lo mismo que si fuese nuevo. —Así pues, en los últimos días del mes de Enero, del siguiente año del primer baile que los Humanos hicieran alrededor de la Luna, ensenderámonos la Teresa y yo camino de Oviedo, ilusionados y muy gozosos dentro del ánimo que nos movía, de comprar aquel vehículo, con el que pensábamos mejorar a fuerza de trabajar arduamente nuestra situación harto deficiente. Llegamos al fin en alegrosa compañía a la Casa de Vulcano, pudimos comprobar como en el amplio escaparate de su bien saneado negocio, estaba expuesta la furgoneta limpia y reluciente, con todas las apariencias a primera vista de ser una prenda de primera mano. Sin embargo, si fuésemos capaces de leer el destino, hubiésemos observado como los faros de la hermosa furgoneta, nos parecerían ojos vivos, que nos miraban guasonamente, como si de ante mano, ya se estuvieran mofando de nuestras nobles pero ilusas pretensiones, y a fe mía que nos consideraban una xunta (yunta) de fatones (bobos) que muy pronto iban a caer en las sutiles redes de el gitano de su dueño, que era el timador más despiadado, hábil y deshumanizado, de los muchos que protegidos por la ley, comían el escaso pan del pobre en la ciudad de Oviedo. —Tras mirar un buen rato nuestro xumentu de fierru (burro de hierro) pareciéndonos cuanto más lo reparábamos más hermoso y deseable, decidimos hacer entrada al establecimiento, ya con el firme propósito de hacer nuestra aquella furgoneta, que con la necesidad que nos embargaba nos había por completo sorbido el seso. —Nada más que pusimos los pies dentro de aquella industria del timo y el atropello, presentose ante nosotros sin mediar tiempo, igual que si esperándonos estuviera, un hombre de aspecto muy agradable, que llevaba plasmado en su rostro el maravilloso don de no saber hacerle mal a nadie, por lo que a mi primera impresión yo pude apreciarle, y mirándonos con sus ojillos vivarachos, que al mismo tiempo parecían del todo inocentes, brindándonos una amplia sonrisa, que se extendía de oreja a oreja, y estaba amurallada de una dentadura tan perfecta y amarfilada, que me hizo asegurar que aquel sujeto, no tenía suyo ni un sólo diente. Digo yo que a la par que así nos saludaba, se frotaba sus finas y blancas manos con verdadera insistencia, y así con esta presentación tan capitalista, tan engañadora y confianzuda, nos preguntó con su voz exquisita y halagadora, que en nada desmerecía a sus modales: —¿En qué puedo servir a tan distinguidos señores? —Teresa que era la que llevaba la voz cantante porque era la que tenía el paperío (el dinero), ahpoyándose en el vehículo que le interesaba, díjole sonriéndose dentro de una gozosa alegría que no pasó desapercibida ante la escrutante mirada de aquel granuja de timador de los tiempos modernos: —¡Verá usted, queríamos comprar esta furgonetina, si es verdad todo lo que de ella cuenta usted en el periódico! —¡Sí, verdad es todo cuanto he dicho en el anuncio, no tengan ustedes miedo ni temor alguno al engaño, porque esta mi casa se especializa en haber sido siempre muy formal y seria! —Yo que para nada me entrometí mientras que ellos hablaban, por no cortar a la Teresa que es mujer de larga parpayuéla (muy habladora), a la par que muy enfadadiza y voluble si se le corta la palabra, y como ella era la que relativamente iba a satisfacer la entrada y hacerse responsable de la compra, pues tan sólo me limité a observarles mientras que ellos hacían el trato, y después que terminaron de ponerse de acuerdo en todo, no haciéndome ningún aprecio a mí el vendedor, y creo que hasta me había considerado según mis propias apreciaciones, hombre tranquilo y de mermados arreos, pues como cuento, después de haber cerrado el trato, el Vulcano otra vez envuelto por aquella facilona sonrisa, que en él debía de ser una de sus armas más eficientes, preguntó a la par que se frotaba sus manos lleno de un dichoso contentamiento, que le llenaba de gozo, y no tanto por el dinero que en su trato había ganado, sino por la satisfacción que deduzco sentía, cuando timaba a las gentes con su hábil y exquisita maestría: —¿Bueno... y ahora... quién es el que va a revisar esta maravilla? —¡Quiero decir...! ¿quién va a conducirla? —Yo l’acaidonaréi (conduciré), le contesté a aquel individuo del que ya no me gustaba tanto ni su presencia ni nada que de él emanase, y seguido le pregunté ya siempre dentro de la desconfianza: —¡Y ahora dígame usted! ¿Es verdad que este vehículo se encuentra en buenas condiciones? —Tenga presente y compréndame usted, que esta señora lo precisa para tratar en frutas, y no le vaya a suceder, que si desea llegar con ella dónde se propone, tenga que comprar un burro para que remolque a los dos caballos de hierro, que hacen xuntura (yunta) en la furgoneta, y que por encontrarse quemados de tanto trotar, no les quede fuerza nada más que para hacer la carrera de prueba. —Pierda usted todo cuidado, y no haga con sus ingeniosas bromas menosprecio de mis honrados intereses, que no vivo yo a cuenta de engañar a mis queridos y siempre respetados clientes. Manifestó Vulcano poniéndose muy serio, pero sin apearse en ningún momento de su sonrisa, que por ser tan permanente se hondeaba en la sospecha de ser equivocadora y seguido apuntalóse en hacer su propia propaganda de la siguiente manera: —Mire, no olvide nunca, me dijo Vulcano poniéndome cariñosamente una mano encima de mi hombro, que la Casa de Vulcano, es tan honrada como la misma Audiencia, dónde se reparte la ley castigando y persiguiendo toda trampa e injusticia, por eso yo efectúo mi trabajo, bajo la respetuosa sombra de la justicia. —¿Acaso ha pensado usted que yo soy un gitano? —¡No querido amigo, si en esa desconfianza su imaginación trabaja, siento asegurarle que se encuentra usted muy equivocado, pues todos en esta ciudad me conocen, y saben que soy un honrado industrial respetado y querido, tanto por los rectos servidores de la ley, como por todos los demás que estamos obligados a no burlarnos del eficiente sistema de la justicia, que hace que todo ciudadano se sienta protegido, tanto su integridad física, como los intereses que honradamente le pertenezcan! —Y ya por última vez les aseguro que este vehículo se encuentra en perfecto funcionamiento, y hasta puedo permitirme el lujo de decirles, que pueden viajar con esta estupenda furgoneta, sin la más mínima preocupación, y sin el menor problema posible, no sólo al más apartado rincón de Asturıas, sino hasta la alejada Barcelona, sin que este motorín, deje de funcionar ni un momento, ni se empapice (ahogue) ni una sola vez. Aseguraba Vulcano, centrándose en una encendida adulación hacía su “jumento de hierro", que tal parecía que le estuviese jurando al General Franco, que era él, el más horado y disciplinado comerciante, de toda la nación española. —Yo que ya había comprendido que aquel tipejo era una asquerosa rata que no había veneno que la matase, le dije que estaba muy bien todo cuanto había dicho, y después le pregunté, que si podíamos ir a dar una vuelta con la furgoneta, para asegurarnos, que efectivamente era el vehículo la maravilla que con tanto ardor y fuerza él nos había pintado. —¡No, hoy no puede ser! Aseguró Vulcano, y seguidamente dijo, que antes era menester de asegurarla, y abonar la entrada en el Seguro de la Patria Hispana, entidad que con buen acierto, según él, pastoreaba su negocio. —¡Así qué ahora mismo, vamos a ir la señora y yo hasta dicha agencia, para poner en orden dicho asunto, y pasado mañana ya pueden ustedes circular con el vehículo por dónde les venga en gana! “CUNDU LA TAREXA SE MEXOU DE MIEU” “CUANDO LA TERESA SE MEÓ DE MIEDO” —El sábado por la mañana que era el día señalado para recoger nuestra furgoneta, llegamos la Teresa y yo hasta los reinos de Vulcano con el ánimo plagado de alegría y embargados por una ilusión gozosa, pues íbamos a ser dueños de un vehículo, que nos permitiría sin ningún genero de dudas, llegar hasta los mercados más apartados de la Tierrina, y mejorar en el oficio de xabarceirus nuestra situación harto oprimida, tantas cuentas habíamos ya barajado y todas ellas navegantes en alegrosas ganancias, que creído nos teníamos que íbamos a ganar el oro y el moro, que incautos éramos que no nos detuvimos ni por un sólo momento en el pensar, que el que hace las cuentas adelantadas sin tener dineros para cubrirlas, por fuerza que tiene que hacerlas un par de veces, siendo la última la más válida. —Digo yo que cuando llegamos al escaparate dónde se lucía nuestra furgoneta, ya estaba al lado de ella el Vulcano, y tal a mí me pareció, que cuidaba a ésta con tanto mimo, como si fuese industriada en la herrería del mitológico dios que lleva su nombre. —Y a la par que nos saludaba con la misma sonrisa y frotamiento de manos que en anterior ocasión nos había dedicado, con su bien timbrada voz nos dijo, ocultando una guasa que no se me paso desapercibida: —¡Ya les estaba esperando señores, pues yo se muy bien por la larga experiencia que poseo en estos menesteres, que iban a ser ustedes muy puntuales, como corresponde a todas las gentes que arden dentro de los agradables deseos de hincarle el diente, a lo que de antemano han saboreado como manjar sabroso! —¡Así que aquí tienen ustedes la documentación y todos los requisitos necesarios para poder circular con la furgoneta sin que nadie les moleste. Y ahora sólo me queda desearles buena suerte, tanto en los viajes que emprendan, como en los negocios que puedan hacer, que en estos está precisamente el valer de las gentes! —Hicimos muy satisfechos y animados acomodo la Teresa y yo dentro de los dos caballos de hierro, dejando al que resultaría ser un astuto gitano, frotándose sus manos, y sonriéndose tanto para afuera como para sus podridos y asquerosos adentros, festejándose dentro del timo que terminara de hacernos. —Empezó la furgoneta a rodar dirigida por mí que no cabía en mi gozo de contento, por las calles de Oviedo abajo, con ánimo de alcanzar la carretera general y ensenderarme en la ruta de Gijón o Avilés, dónde pensado tenía probar aquella máquina, vendida por el que resultaría se el mas fino gitano, que timaba sin conciencia a las pobres gentes, sin encontrar jamás a un juez, que hiciera con él el escarmiento que años atrás había hecho Juan Antonio el falangista con Pascualín el de los enredos. —Teresa que iba sentada a mi lado, recostada cómodamente en aquel asiento, que tenía más pringue que la solapa de un mendigo a la salida de un frío invierno, me dijo endiosada de alegría por sentirse dueña de aquel maravilloso ingenio: —¡Este Vulcano tiene cara y presencia de ser una buena persona, de ser un hombre bondadoso y bueno, a par que sabe lucirse con su cautivadora sonrisa, en el agradable lugar de la educosa simpatía, la verdad que a una le presta en grande tratar con señores tan serviciales y educados. Hay que ver la finura y delicadeza que este buen señor conmigo se gastó, me trato lo mismo que si fuese una gran señora, no me cave duda que todo en él se dibuja como un caballero respetable y encantador, tan bien parecido, tan elegante, tan guapo, tan... En aquellos momentos unos empapizamientos harto sospechosos en el motor de nuestros dos caballos hízole a la Teresa hacer un descanso en el continuar ensalzando los engañosos enseñares de su hábil timador, y en la sazón que su alborozada alegría íbasele marchitando por el ya continuo pedorreo que alumbraba sin interrupción el motor, preguntóme muy apuradamente, haciendo aposiento en el lar de la nerviosa y asustadiza preocupación: —¿Per quéi demontres s’afuega la miou forgonetina que tantu se queixa Xuliu? —(¿Porqué demonios se ahoga mi furgoneta que tanto ruge Julio?). —Yo que ya sin ninguna duda empezaba a olerme el fino timo, que el cobarde y sucio Vulcano hubiera ordeñado en nuestro enflaquecido bolsillo, contestele arrugando el ceño, poniendo un gesto rabioso y despreciativo, buscando en mi imaginación con prisa, la forma de centrar en ley, aquel moderno y educado gitano de los jumentos de hierro de nuestro tiempo: —Me parece Teresa, que dentro de breves momentos, vas a ver dentro de tu cerebro, a ese encantador, respetable y guapo Vulcano, que no hace ni un minuto no tenías tu boca para aponderarle, te aseguro que le vas a ver del mismo despreciable color del diablo, y esto es así, porque esta furgoneta comienza a quejarse de una de sus muchas mortales heridas, que será con seguridad la más pronunciada de cuantas tiene. —¿Qué es lo que pretendes decirme Xuliu? Preguntó de nuevo Teresa ya ausente de toda alegría, empezando a subir la primera escalera del miedo del desespero. —La verdad Teresa, es que viajamos ajinetados encima de un montón de chatarra, por esta razón he de ir con buena cuenta hasta que de hecho me dé por sabido, qu’acaidono (que dirijo) una maquina, que ha puesto en mis manos ese desalmado de timador de Vulcano, que está predestinada sin ningún género de dudas, hacer en cualquier momento descalabros con las vidas de la inocente gente, que a cada paso cruzamos. —Ya nos hallábamos en las afueras de Oviedo, y comenzábamos a bajar una pequeña cuesta que existe a la entrada de la Corredoria, cuando un bache de los muchos que alumbrábanse por aquel entonces en la carretera, hizo que la dolorida furgoneta se bandaleara ostensiblemente, y en tal baile, abriéronse con verdadero estruendo ambas puertas, despedazándose los cristales y estropeándose en mala manera parejas portezuelas, con tal atronador ruido, que la buena Teresa encogiéndose en el asqueroso asiento, cosida por un miedo que le hizo mearse, dijo temblándole su voz que era dominada por su espantoso miedo: —¡Frena, frena en el instante Xuliu, por todos los demonios del infierno xuntus (juntos), consigue de una vez que se detenga esta asesinadora chocolatera, que bien me parece que intenciones le sobran de hacer mudanza con nuestras vidas, fayéndunus esfuechiquéus na peyeya! (haciéndonos desolladuras en el pellejo). —Hice con toda la rapidez que pude, que se detuviera aquella furgoneta tan destartalada, y al pretender asegurarla mejor con las miras de apearnos para presenciar los primeros destrozos que se rellumbraben (relucían) en aquella infernal máquina, así el freno de mano y tiré de él para colocarle en su lugar de frenada, pero no respondió a su obligación, pues rompiéndose, quedeme con la manilla entre las manos, pensando ya con toda la razón del mundo, que aquella máquina era la causante de un timo que no tenía perdón, y también poseía hechura de ser un perfecto sabotaje. —Teresa que ya se había apeado de la furgoneta movida por la rapidez que injerta el miedo, hallábase en la cuneta de la carretera hilvanada por un ataque de nervios, con sus manos puestas encima de la cabeza, centrada en el más airado desespero, envuelta en un mar de lágrimas miraba para su vehículo desilusionada y atormentada, no dando crédito a lo que presenciaba, que era a todas luces la ruina más grande que en toda su existencia le había caído encima, pero cuando me vio con aquel fino hierro en forma de manilla en mi mano, me preguntó al tenor que buscaba en su boleo un pañuelo para enxugarse (enjuagarse) las lágrimas: —¿Qué diantres de fierru ye ísi Xuliu? —(¿Qué demonios de hierro es ése Julio?). —Yo que reparaba con verdadera lástima a la Teresa, al mismo tiempo que se me escapaba la risa, y el caso no era para menos, le respondí mirando para la manilla a la par que movía la cabeza para los lados con síntomas de verdadero desprecio y asco, hacia aquel gitano timador de Vulcano: —¡Poca cosa Teresa, sólo un defecto más de los muchos que tiene este jumento de hierro que te vendió tu encantador Vulcano! ¡Vaya una rata de cábila que está hecho tu simpático timador! ¡Y ahora deja ya de chorar (llorar), y no le reclames al Cielo un favor que no ha de enviarte, y búscame con rapidez un par de cuetus (piedras), para forrar las ruedas de esta endemoniada chocolatera, con la que el tú fino señor Vulcano, por mediación de mis inocentes manos, pretendía industriar un achuquinamientu (asesinato) entre las tranquilas gentes de la ciudad de Oviedo! —Teresa atenazada por una incontrolable rabia que le raguñaba (arañaba) sus doloridas entrañas, dijo a modo de juramento clavando sus brazos palabras en el firmamento: ¡No me nomes más isi rapiegu con focicu de llabascu, non me lu nomes más, si ye que apreciesme dalgu, ya permita el Faedor que tou lu puéi y'escosá couxa fae, que lu fienda una centecha pente les pates en dos Vulcanus! —(¡No me nombres más a ese zorro con hocico de marrano, no me lo nombres más, si es que me aprecias algo, y permita el Hacedor, que todo lo puede y muy poca cosa hace, que lo parta una centella por entre sus piernas en dos Vulcanos!). —¡Nunca pensé yo que pudiese vivir en este mundo un ladrón tan desalmado y tan grande, que hace su riqueza y bienestar engañando a pobres viudas tan desventuradas como yo, que no tengo más riqueza que el Cielo sobre la cabeza y la insegura tierra bajo mis pies, y para encima de no tener nada, todavía me acompaña la triste desgracia de tener que pagar a Pilar la del Comercio las quince mil pesetas que me prestó para dar la entrada de esta endiablada furgoneta. Poco he de pedir y menos Justicia ha de haber, si a este zorrastrón, si no me devuelve los mis cuartos, no le busco una buena corripa (celda) en la cárcel. Y no sólo por el cobarde ladronizo que me hizo, sino por el pretender arrancarme la vida, y dejar a los mious protetayus fiyinus (mis pobrecitos hijos), sin el menguado pan que puedo proporcionarles y el grande cariño que por ellos siento! —No te alumbres por más tiempo en el lar del sufrimiento Teresa, pues más bien debías de ofrecerle gracias al cielo, porque permitió que nadie saliese con heridas de este descalabro. Y ahora si haces caso de lo que yo te aconseje, va tener que abonarte este despreciable de timador gitano, el dinero que le has entregado, y que se haga cargo de la furgoneta, y sino que la arregle con la decencia que encierra el caso. —Esto le decía yo a la Teresa, a la vez que valiéndome del cinto que sostenía mis pantalones, y de un precioso lazo de terciopelo que la Teresa llevaba anudado a su largo cabello, ataba entrambas portezuelas para poder salir del paso, y cuando mañosamente lo logré, díjele a la Teresa que aún seguía tan desconsolada, y lucíase aún más rabiosa que cuando nos sobrevino el accidente: —¡Güenu Teresa, deixa ya de mexaretar tal corrompináu de chárimes que v’escosásete la fuercia pel furacu lus güeyus (bueno Teresa, déjate ya de mear tantas lágrimas, que se te va a escapar la fuerza por el agujero de tus ojos), y súbete a la furgoneta que nos vamos a ir hasta Noreña a visitar el garaje de un conocido mío, para que revise a conciencia este endemoniado ingenio, y nos diga de una vez, las hendiduras que tiene ocultas esta chocolatera que nos ha vendido el timador de Vulcano. —Teresa que en esto ya se había serenado un poco, aunque todavía alumbrara algunas rebeldes lágrimas, dijo dentro de su maurera de miéu (madurera de miedo): —¡No me ofendas, no lo hagas por el amor que le tengo a la santina de Covadonga, no me tientes por el mismo hacedor que debe de estar riéndose de mi allá en su Cielo, no me empujes para que haga lo que no deseo Xuliu. Pues no me sentare dentro de esa infernal máquina de asesinar gente, ni por todo el oro que tiene el Banco de España almacenado en forma de relucientes y apetitosas barras, y mira que es abundante lo que el otro día nos enseñaron por la Televisión sus manejadores. Vete tu sólo si deseas morir donde te plazca, ya que nada más que tu pobre vida tienes que perder, pero yo tengo tres hijos inocentes y pequeninus, que cuélgame con grande fuerza de las entretelas de mis sentidos, no quiero morirme y dejarlos desamparadinos, a merced de este endemoniado mundo, que cada día me parece que tiene menos verdad y menos justicia, que cada día me parece que el pobre dentro de él, si suprimimos las calamidades y las sufriencias, tiene muy poco que hacer. ¿Qué sería de los tres pedacinos de mi corazón, si se quedaran si su madre, en la triste edad que los probitinus aun no saben de dónde comen? (EL GARAXISTA) "EL GARAJISTA" —Por muchos razonamientos que sostuve con Teresa para convencerla con el fin de que me acompañase, no llegué a persuadirla ni en lo más mínimo, pues todas mis razones nada valían, para vencer el miedo que en aquellos desventurados momentos la dominaba, y no consiguiendo ni de una forma ni otra que subiese a la furgoneta, encaminome yo sólo hacía Noreña, al cansino paso de los viejos jumentos de los antiguos gitanos, conduciendo aquel destartalado ingenio, que era en verdad un innegable peligro público. —Llegué a la postre a mi destino, y contéle sin demora cuanto me había sucedido al garajista por mí conocido. Este esperó unos momentos para que se desfatigase el cansado ahogado motor, después volviéndole a poner en marcha, escuchole atentamente el trote quejumbroso que alumbraba, y seguido dio comienzo con seguro tiento a desmontarle algunas de sus piezas, y cuando le encontró las variadas enfermedades que tenía, dijo envuelto su rostro en una sonrisa que podía tener todos los significados: —Desde luego amigo mío, no sé como has sido capaz de llegar desde Oviedo hasta aquí con esta chocolatera, suerte has tenido de no partirte la sesera por el camino. ¡Tuvo que quedarle la conciencia “si es que la tiene” a ese gitano de Vulcano harto desajustada, porque hay que tener muy poco amor hacía el prójimo, y ser un timador sin la menor entraña, para vender un coche en las condiciones que se encuentra éste. Ahora que tratándose de Vulcano no me extraña en absoluto, ya que todo el mundo sabe en Oviedo la clase de elemento que está hecho! —Ten presente, y esto que te voy a contar ya lo he discutido muchas veces con otras personas, que algunas de las desgracias que suceden en las carreteras es por culpa de estos timadores gitanos de los jumentos de hierro, que venden coches usados, que son verdaderos cacharros que ni para el desguace sirven, y lo peor de todo, es que saben hacer de la ley un pandero, y enriquecerse a cuenta de las inocentes gentes, que no comprenden en el peligro que se divierten cuando compran un vehículo usado, pero todo esto ten por seguro que algún día ha de terminarse, cuando algún juez con buen ingenio, colóqueles un anillo que encarcele ya para siempre sus astutos timos, con una nueva ley para tal menester, que todavía nadie ha creado. —Bien dices amigo mío, pues todo este ladronizo y peligro público que tenemos todos de perder en cualquier momento la pelleja en la carretera, por la causa de estos desalmados gitanos de los jumentos de hierro, silenciárase d’afechu si la ley les castigara y persiguiera con más entusiasmo. —Recuerdo que cuando yo era pequeño la ley perseguía y castigaba a los gitanos que en aquella difícil época había sin tener la más mínima consideración con ellos. Y todo era, porque aquellos gitanucos de los tiempos d’endenantes (de antes), eran pobres de toda riqueza y ciegos de toda cultura, pues aquellos desarropadinos y desventurados gitanos, por muy listos que se alumbrasen, no podían hacer grandes cosas, y por eso vivían tirados por los caminos, despreciados por las gentes y perseguidos en todo instante por una ley que no les dejaba de su mano ni a sol ni a sombra, arrastrando cansina y resignadamente sus estómagos cosidos por el hambre, enseñando un color cadavérico en sus huesudos rostros, por el que uno imaginaba a la negra hambre a la que estaban condenados siempre, luciendo sus vestiduras con tantos y dispares remiendos, que uno no lograba adivinar, cual de ellos pertenecía a la prenda original. —No podían crecer aquellos auténticos gitanos que yo he conocido nada más que en asustadizas carreras y crecidas barrigadas de frío y hambre, y algunas veces solían entrar en calor, cuando les aplicaban una supliciada albarda de vergajazos, que las autoridades les regalaban encima de sus enflaquecidos cuerpos, todo porque a lo mejor un aldeano que muy fácil fuese el mismo ladrón, daba cuenta de ellos, a las autoridades al notar que les faltaba alguna gallina, que muy fácil pudiera habérsela merendado el raposo, o ser equivocados en el trato de un jumento de los naturales, no como estos endemoniados ingenios de fierru (hierro), siendo tan entendido en estas bestias el aldeano como el gitano, y aquí si que no valía engaño, porque cada cual iba a su propia conveniencia, porque cuando un aldeano le cambiaba un burro a un gitano, es que su pollino alguna tara tenía, por esto, no he conocido nunca a un gitano que cambiase su burro con el aldeano pelo a pelo, sino que siempre le pedía encima algo, ya que estas gentes agudas y listas sabían, que la única ganancia que conseguían por lo regular en sus tratos, eran los pocos o muchos dineros que pudieran arrancarle al aldeano encima del cambio. —Poco mal podían hacer aquellas pobres y desgraciadas gentes dignas de toda compasión y lástima, y mermado mal sembraban entre las comunidades que visitaban, porque en todo tiempo vivían cultivando la más denigrante de las miserias, que por ellas se deducía el escaso timo que industriaban, pero a pesar de todo, nadie los dejaba nunca fuera de una celosa vigilancia, de lo que se saca en consecuencia que la ley en aquella difícil época estaba mucho más adelantada que hoy en día, por donde uno comprende que en nuestro país, todo ha progresado grandemente menos la asiste de la Soberana Justicia, que para castigar al pobre siempre sí está en vanguardia, pero para favorecerle siempre se encuentra de veraneo en la retaguardia del capitalista. —Y sino la prueba está bien a la vista, ya que los temidos gitanos de nuestro tiempo, no son otra cosa nada más que astutos y deshumanizados payos, que ya no llevan marcado en su rostro el ceniciento color del que navega con el hambre, sino que se pasean bien hartos y cuidados, envanecidos por su boyante posición, tanto en lo social como en lo económico, ya que gran parte de ellos, precisamente los más principales, son poseedores de una buena carrera que al final les otorgó el título con el cual se avalan en el asqueroso oficio de la explotación y el timo, que faenan a diario entre las humildes y trabajadoras gentes, bien como dirigentes de empresa, engañosos servidores de la Justicia, etc., y también estos timadores gitanos de última categoría, cuyo único representante por mí conocido es el guripa de Vulcano que ya empieza a traerme de cabeza. Pero yo te aseguro Marcelino, que si la Teresa me hace caso de lo que yo tengo barajado en mi mente, no se ha de escapar este raposo de Vulcano haciendo risa y guasa despreciativa de los honrados intereses que les roba a las personas decentes, pues en este presente acaecer se topó con un cliente, que le va hacer coscas (cosquillas) en el lugar donde no ha de nacerle la risa. —Y ahora... dime Marcelino, tu que eres un hábil veterinario en la cura y compostura de estas caballerías de hierro. ¿Cuánto puede costar arreglar esta furgoneta para que quede decentemente? —Quedose el bueno del garajista mirando unos instantes en el más completo silencio hacía el cielo, haciendo con aproximación las cuentas en su cerebro, y después dijo muy serio clavando sus inteligentes ojos encima del jumento de hierro: —Te ha de costar alrededor de unas ocho mil pesetas, tal vez sea algo más, eso depende si al desmontarla aparecen otras averías que ahora no agüeyu (no veo). Pero no pienses ni en broma que el Vulcano va hacerse cargo de esta arregladura, pues yo se que él, sabrá lavarse sus manos no queriendo pagar ni un céntimo, y es inútil que le lleves a los tribunales, ya que él es un gitano listo, que tiene buenos abogados y harán de la ley su propio juego, y estoy por apostarte que es muy capaz de timar al mismo juez en la sesión del juicio, si tiene modo de venderle uno de sus endemoniados ingenios. —Por lo que observo Marcelino, tanto tú como yo mismo coincidimos en, que la ley en nuestra Patria está al servicio del dinero, que es tanto como decir, que el que no tiene un cuarto no debe de meterse en líos por muy honrados que le parezcan, porque no ha de sacar de ellos nada más que disgustos por bien parado que salga, en fin, ya veremos haber lo que resulta de todo esto, yo ahora me voy para Oviedo, y tu no arregles este cacharro hasta que la Teresa no sostenga una conversación con el raposo del Vulcano, pues a lo mejor, este habilidoso gitano no es tan mentecato como lo hemos pintado, y puede que se compongan las cosas sin necesidad de ningún otro teatro. El garajista sonriéndose ladinamente a la vez que de mí se despedía me dijo: —¡Si tales esperanzas hacen aposento en tu imaginación, no sé lo que en verdad has aprendido tú en el mundo, tanto como por él zapatillaste, pero bueno es que sigas creyendo en la bondad de las gentes aunque tan sólo sea por breves instantes! —¡No creo yo en nada ni en nadie Marcelino, a no ser en el plato de cocido cuando tengo hambre, pero hácete buena falta a ti saber, que existe un sistema que todo el mundo receta cuando le conviene. Así por ejemplo, sabemos que Vulcano es un timador inteligente y práctico en el asunto de saber defender sus enredos e intereses, por esto se dará cuenta en el instante, de la peligrosa timadura que industrió, por tal razón procurará que no se airee su sucio negocio, para que las futuras víctimas no huyan a causa del mal olor que emana de la ladroniza industria que maneja. Por esto, muy fácil creo yo que se avenga a razones! —¡Puede que tengas razón, amigo Julio, pero yo no entraré a creer tal cosa, hasta que no lo vea con mis propios ojos! “TERESA Y VULCANO” —El lunes bien de mañana se hizo en el camino de Oviedo la envilecida Teresa, portando en su cerebro los asesoramientos que yo le había prodigado, mucho me hubiese gustado a mí entendérmelas con aquel desalmado granuja, pero como yo no había tenido tratos con él, sólo podía hacer aconsejar a la Teresa en lo que mejor pudiese. Digo que iba ésta alumbrando en sus sentidos rabiosa inquina hacía el Vulcano, pero no era la Teresa tan aunque valiente y decidida engarradietchóusa como la Manola de mi aldea, pues si así fuese, hubiese logrado más provecho que usando la política, que al fin de cuentas ésta de poco sirve cuando con ella menester es por entrambas partes defender los intereses. Llegó al fin la Teresa a la casa del Vulcano, tan dolida y gafa en su desgracia que debatíase con apremiante desatino en el atajo de prepararle un sonado escándalo, si no conseguía lo que ella consideraba justo y honrado. El caso fue que nada más que sus enrojecidos ojos encarnispados por la ira que la desacompasaba retrataron al causante de su desgracia, díjole encasquillándosele la lengua por la rabia que la dominaba: —¡Vengo a darle las gracias estafador de los infiernos por la furgoneta que me ha vendido, que tal de endemoniada se encontraba, que por eso me brindó la mayor cosecha de miedo que he tenido en toda mi existencia. Porque me he visto por unos instantes ajinetada encima de una satánica máquina, que parecíame había sido fabricada por todos los diablos del infierno juntos con el firme propósito de servirle a usted, para que por su mediación me robase mis dineros y me quitase la vida. Hay que ver la poca vergüenza que usted tiene, y la nada consideración que siente hacía las personas, para venderme un vehículo portador de la muerte, y quedarse usted tan tranquilo, como si de malo no hubiera hecho nada. —Vulcano, sin deshacer de sus labios la hipócrita sonrisa que le caracterizaba, díjole tranquilizadora y prometedoramente a la Teresa: —¡Bueno señora, no se me enfade, y céntreseme en el respeto, ya que en este civilizado lugar se consigue conmigo la razón que según me parece es lo que usted anda buscando. Y ahora cuénteme con entera tranquilidad todo cuanto le ha sucedido, que yo por adelantado le prometo arreglarle su vehículo sin cobrarle ningún dinero! —Estas palabras bien dichas y a tiempo por el ingenioso Vulcano, entrelazadas con teatrales gestos de compasión y condolencia, que con postura de consumado actor plasmaba en su rostro y movimientos aquel timador de gitano, pues como cuento, con todo este ratonil teatro logró que los encendidos ánimos de Teresa, abandonaran el envilecido aposento dónde moraban, e hicieran andadura más alegrados por el camino de la contentura, que no era otro que el haber conseguido lo que en justicia le pertenecía. Así pues ya más aplacada la encendida voz de Teresa, en el lleldar que hacía asomo en su boca una alentadora sonrisa, le dijo en el comienzo de estar de nuevo tranquila: —Tiene que perdonarme por haberle ofendido con mis insultante palabras señor Vulcano, pues yo quiero que comprenda que si usted se hallara en mi lugar, muy fácil se desarrendara como yo en tamaño desatino. Y seguidamente le explicó al Vulcano que no podía remediar que la risa aflorara con verdadera alegría, el corto y accidentado viaje que habían hecho con la furgoneta. Y al concluir la Teresa de relatarle su odisea, respondiole el Vulcano con una amabilidad,que tal parecía que alumbrábase en ser cierta: —Créame señora si le digo, que no hay sitio en mi conciencia para poder hacerle el más pequeño daño a nadie, y con toda sinceridad le prometo, que este doloroso descalabro que quizás por un error mío usted ha sufrido, yo haré que con prontitud se mude al sitio que para ambos mejor convenga. Y ahora mismo ordenaré a mis mecánicos, que sin ninguna demora vayan a recoger su vehículo a Noreña, para que le revisen y arreglen en mi garaje, que sin lugar a dudas ha de quedar mejor compuesto, y acomodárseme en un precio más justo, que si lo arreglasen en otro lugar, ya que yo no me fiaría de ningún otro garajista, supuesto que son todos tan careros como chapuceros. —Y ya no más tristezas ni penas señora, pues ninguno de estos dos sentimientos nace feliz al entendimiento, así que destierre sin demora el mal que en su espíritu se enreda, ya que muy pronto será atajado para convertirle en beneficio de su propio remedio. Y sitúese ya desde este preciso momento dentro de la placida pradera de la tranquilidad, considerando ya por adelantado solucionado a su agrado y conformidad este asunto que la atañe, y dentro de tres días puede venir a recoger su furgoneta, en la inteligencia de hallarla como si otra vez fuese hecha de nuevo. —En el día señalado por Vulcano, volví yo acompañando a Teresa a recoger su vehículo, y al lado de él como en anteriores ocasiones se encontraba Vulcano con la misma sonrisa de siempre pintada en su hocico, y frotándose sus manos como al parecer era su costumbre, dijo amablemente: —Ya tiene su vehículo compuesto señora, y muy bien ajustado que por cierto se encuentra ahora, ya que le canta su motorín, con parecido sonar al que tuvo cuando era nuevo. —Muchas gracias señor Vulcano, contestole con rapidez y alegría Teresa, lleldándose en satisfactoria dicha que retornaría a la rabia a los breves momentos. —¡No señora, no me dé usted las gracias pues para esto estamos, que no es otro menester que servir al cliente y dejarle satisfecho! —Pero ahora... y créame que lo siento con toda mi alma, tengo que comunicarle una noticia que no ha de serle en nada agradable, pero comprenda usted que por encima de todo los negocios son los negocios, y si yo no los cuido, aunque eso sí con toda honradez, creo que algún día terminaría pidiendo. —¡Dígame señor Vulcano! ¿Qué clase de contrariedad es la que me tiene que comunicar ahora? —Pregontó Teresa ya en las empinadas vías de perder de nuevo su alegría y tranquilidad, y floreciéndole en el mismo lleldar una apesadumbrada tristeza que le decía, que todo su gozo iba a ser de afechu desfechu (del todo deshecho). —Pues... verá usted señora, los mecánicos me han dicho (dio comienzo Vulcano a su charla pretendiendo muciye "ordeñarle" importancia a la cuestión), que toda la culpa de haberse estropeado la furgoneta, sólo la tiene el chofer que la conducía, que según ellos está muy deficiente en el oficio de conducir estos vehículos. Así que dentro de toda la pena que a mí me acompaña, y no crea usted que es pequeña, tengo que comunicarle que si desea llevar su vehículo, tiene que abonarme la mitad de su compostura, y si no le retira en toda esta semana del garaje, me veré obligado a cobrarle como demasía, el espacio que ocupa la furgoneta en el taller, ya que están los aparcamientos hoy día al precio que uno quiera cobrar por ellos. —Teresa tras escuchar las asquerosas e hipócritas palabras que le había sonrientemente dirigido Vulcano, comenzóle a crecer en sus entrañas la cosecha de la gafez, a parejándose en fuerza y desespero a la que ya padeciera el día que había viajado por primera vez en aquella furgoneta de todos los diablos, y conducida por este envenenador desatino, no me dejó a mí contradecirle al Vulcano la acusación que me había hecho, ya que cogiendo ella la palabra airada y medio enloquecida, hablole de la siguiente manera: —Me parece a mí condenado timador gitano de todos los infiernos, que no tiene usted de hombre, ni palabra, ni presencia, ni tampoco nada. Todo en su persona esta asquerosamente podrido, y en conjunto toda su valía como hombre, tiene menos valor para la decente Humanidad, que un repugnante pioyu (piojo), entre las uñas de una eficiente despioyadora (despiojadora). —¿Sabe usted acaso condenado ladrón y despreciable llimiagu (baboso), que destreza tiene mi chofer en este oficio para tratarle con tanto menosprecio? —¡Síii... por lo que me han dicho los mecánicos, no tiene ni idea, de lo que es manejar un vehículo! —¡Pues sepa usted asqueroso madrazas, y apestoso gusano de timador, que mi chofer, que es este muchacho que usted ve aquí, que no quiere dirigirle la palabra por no ensuciar su lengua al contacto con su mierdosa presencia, aparte de ser un conductor que en nada puede envidiar al mimísimo Fangio, es también un excelente mecánico, con ingenio suficiente de hacer que ruede un coche si preciso fuere tan sólo con la invisible fuerza que tiene el aire, y si le apuran un poco, hasta que vuele como los aviones! —¡Bueno señora, haga el favor de no ofenderme, sino quiere que llame a la autoridad para que le enseñen los modales necesarios que se necesitan para tratar con la gente. Y tenga también bien presente que yo no he ofendido a este muchacho en nada, lo que yo he dicho es que no sabe conducir como es debido un vehículo. Y no crea que me extraña, porque hoy en día, le dan el permiso de conducir a cualquiera que tenga la agudeza de entregarle solapadamente dos o tres mil pesetas al jefe de tráfico! —Y ahora ya para terminar, si no quiere pagar la compostura que se le hizo a su furgoneta, no la lleva usted de aquí bajo ningún concepto, y si cree que tiene algún derecho para formular alguna reclamación, encamínese al Seguro de la Patria Hispana, y entiéndase con ellos de la manera que mejor le cuadre, ya que esa aseguradora a mí ya me ha abonado todo el valor de la furgoneta, y a usted por si se le ha olvidado le digo, que tiene que abonar las letras de banco que ha firmado en blanco a ellos no a mí, así es que yo me lavo las manos en este asunto lo mismo que hizo el romano Pilatos en el Juicio que condenó a Cristo. —Teresa acunada por una enloquecedora rabia que la hacía temblar sacudida por los nervios emanantes de la ira, la rabia, el desprecio y el odio que sentía hacía aquel miserable, le decía mientras que yo procuraba de aquel lugar alejarla sabiendo que nada lograría resolverse: —¡Lo que tiene que lavar usted sin hacer demora es su conciencia que la tiene más negra que la boca de un sanguinario lobo, y tiene un olor más repugnante y asqueroso, que el que producen las podridas inmundicias de un apestoso estercolero. No sé como tiene valor para lucirse entre las gentes, siendo portador de ese nefastoso olor que en todo momento de usted se desprende, por el que todo el mundo puede comprender, la clase de cobardoso timador que se esconde en su enclenque cuerpo! "TERESA Y LA ASEGURADORA" —Es para mí un triste desconsuelo decir, que todo o casi todo en mi Patria lo relacionado con el comercio y otras industrias similares, es una grotesca trampa mal urdida, pero muy bien protegida por las leyes del país, que ya desde antiguo saben que todo se mueve por la fuerza de la riqueza y el poder, y entrambas cosas no están en el poder del pobre, por lo tanto este desventurado ser, por mucha razón que le acompañe siempre llevara las de perder, ¡ y sino que me lo pregunten a mí! —Así pues, que dejando la Teresa al timador de Vulcano haciendo risas y guasas de su desgracia, se dirigió con la prisa del alma que lleva caminaba el diablo, y en aquellos sus momentos tan endemoniada caminaba como el mismo satán, por mor de la condoliente desgracia que le acompañaba, al lugar donde tiene aposentadas las oficinas la Patria Hispana, y subió las escaleras de dos y sin dar ni tan siquiera cuenta, se encontró ante la presencia del señor notario, al que le explico muy desconsoladoramente el timo que en ella había realizado Vulcano, al venderle aquella furgoneta, que tenía más heridas por todas sus piezas, que el heroico Millan Astray, que fue el Fundador de la Legión Española, dónde si el Vulcano tuviese la valentía y el coraje, que por ser un despreciable cobarde le faltaba, digo que si este despreciable timador como legionario ingresase en ella, no viviría allí mucho tiempo, pues entre el “saco terrero”, y los vergajazos que los vigilantes del Pelotón de Castigo, le brindan a las gentes de su condición y calaña, terminarían con tal carroña humana en poco tiempo. —¡Hay de él si lo cogiese por su cuenta y riesgo el famoso sargento Molina, que en cierta ocasión a un legionario, por tan sólo robarle una camisa a un compañero, diole palos encima de sus costillas hasta que se le hundieron sus pecadores huesos, y después que sanó de tal descomunal paliza, colocóle encima de sus aún doloridas espaldas un saco terrero de cincuenta quilos amarrado con recias correas!, con un letrero que más o menos así decía: —¡Yo soy un ladrón, despreciadme todos por tener el oficio más asqueroso de toda la Humanidad! —Y con dos letrerinos como éste, uno en la espalda y otro en el pecho, tenía que caminar Vulcano por todas las calles de Oviedo, para que supieran toda la cuadrilla de compañeros de su calaña, que hay a fatáus (muchos) que vivían como marqueses y se las dan de personas decentes, el vergonzoso fin que tendrían si no dejaban de robar. —El tal notario que como se verá tenía las mismas nefastosas zunas de engañar a las gentes que su consorte de oficio el timador Vulcano, sonriéndose de las graciosas y muy atinadas ocurrencias de Teresa le dijo: —Tenga bien presente señora que nosotros nada tenemos que ver en este asunto, pues toda la culpa de cuanto le ha acontecido, sólo la tiene el señor Vulcano, así que si usted considera que efectivamente fue engañada como manifiesta, reclámele o denúnciele a él, y deje de molestarnos a nosotros, ya que en vez de importunarnos con esta historia sin ninguna importancia para esta sería aseguradora, mejor sintiera usted hacia nosotros un sincero y respetuoso agradecimiento que sin conocerla de nada, le hemos prestado a usted los dineros para que comprase a Vulcano ese vehículo que usted comenta, que a no ser por nuestra desinteresada y magnánima colaboración, no hubiese podido hacerlo, a no ser que se la pagase con dinero en mano. —Cuando Teresa sintió de labios del notario estas palabras le miró entre temerosa y asombrada y preguntole pensando que o había entendido mal, o desde luego se estaba volviendo loca y ya no razonaba: —¡Oígame señor! —¿Me ha dicho usted acaso que me han prestado ustedes a mí dineros sin yo saberlo? —¡Sí señora, eso mismo le he dicho, y no tiene usted de que asombrarse, ya que es una cosa común y muy corriente, nosotros simplemente le hemos abonado al señor Vulcano el valor de su furgoneta, haciendo uso de unas prestaciones modernas que dan a todo negocio un buen resultado! —Diose cuenta la Teresa por primera vez, del teje maneje nada claro que entre manos se traían el hábil timador Vulcano y la no menos honrada Aseguradora, por esto, haciendo un gran esfuerzo para remansar su alterado espíritu, le dijo al notario viviendo el mayor asombro que en toda su existencia conociera: —La verdad quisiera decir pero no sé como explicarla, porque no puedo precisar, dónde termina la mentira y comienza la verdad, porque si ésta existe, la pobre anda bien desgraciada, ya que esto que me está sucediendo a mí, que es verdad siendo mentira, paréceme a mí, que está muy fuera de toda Justicia, pero dentro de la ley que ustedes bien estudian, para robar sin el menor temor a todo pobre desgraciado. —¿Qué pretende decirme usted señora? —Preguntó el notario empezando hacer acopios de enfado. —Que si no me sucediera a mí misma, lo que con ustedes me está pasando, no creería que a nadie pudiérale acaecer tan endemoniado enredo aunque el mismo Padre Santo me jurase con la mano puesta encima de la Biblia que todo este desalmado engaño, era tan cierto como la propia Pasión del Nazareno, que el Pobre murió, para que otros listos como ustedes, hiciesen de su muerte un buen saneado negocio. —Porque tanto ustedes como éstos, tienen una forma de prestar tanto el dinero como la gloria del Cielo, que uno no se entera que la ha recibido, hasta que no le roban lo mucho o poco que posea el crédulo. —Bien comprendo ahora que hállome ahogada dentro del teatro de la discordia, y estoy enflaquecida de riquezas y seca de poderes, que el primer tejedor de la ley, fue en el mismo instante encaldador de la trampa, y en esta despreciable xaceda (cama), barajan ustedes como consumados timadores el mal que trenzada me ata. Por esto desde ahora mismo, jamás se me borrará de mi imaginación, que tanto ustedes como el zorramplón de Vulcano, son lobos de la misma camada, con diferente color, dibujadores de bien parecidos santos, pero con la misma conciencia del despreciable diablo. —Pero señora, de nuevo le vuelvo a repetir, que nada tenemos nosotros de ganancias en los tejes manejes que industria el señor Vulcano, y ahora si me quiere escuchar unos momentos, yo le explicaré con toda la claridad como funciona el honrado negocio de la Patria Hispana, para que ya de una vez y por todas, se quede convencida, y no perjudique a esta Aseguradora con su pregonar que somos tan estafadores como el señor Vulcano. Dijo el notario con seriedad y conciliadoramente. —No hace falta que desgañite su lengua en más araneras explicaciones, ya que los enredos que entrambos y dos se traen, el más fatón (tontón) de mi aldea los vería tan claros como yo los veo, si tuviese la desgracia de pasar por ellos lo mismo que yo los estoy viviendo. —Por lo que se ve, ustedes prestan dineros a quienes no saben que los han recibido, para que los timadores como el asqueroso raposo de Vulcano, hagan sus desalmados negocios y en sus ganancias tienen ustedes como compensación un rentable provecho. —Para mí el caso está tan claro, como que existe Dios y una Justicia que ninguna ley sirve con decencia, y que ustedes no respetan y tratan a la baqueta, porque no son otra cosa nada más que timadores gitanos de los tiempos modernos, que han aprendido muy bien en la universidad las leyes para después sin ninguna traba poder con satisfacción gananciosa burlarlas, aprovechándose de las enormes lagunas que en todas las leyes adolecen, dónde ustedes se refugian para efectuar los atropellos que a todas luces articuladas por la ley son legales. —El asunto es, de que Vulcano me aseguró que toda la culpa la tenían ustedes, y ustedes lavan sus sucias manos con el hipócrita de Vulcano, afirmándome que él es el único culpable, y entre dimes y diretes entrambos y dos me quieren cobrar la peseta a siete reales. Pero yo no estoy dispuesta a dejarme robar de mano de entre juntos estafadores, y por esta razón ahora mismo los voy a denunciar, haber si la ley es capaz de desenredar tanta trapecería y engaño como barajan ustedes encima de esta pobre trabajadora, que poco puede medrar si tiene que abrirse camino entre una bien organizada banda de inteligentes timadores, que ni temen a Dios ni a la ley, ni menos respetan los intereses ajenos. “TERESA Y LA POLICÍA" —Dejó Teresa al notario con su palabra bailándole en los labios y abandonó la oficina de la Patria Hispaña con tanto desprecio hacía sus representantes, como el que sentía hacía el timador Vulcano, y con este profundo y airado malestar que la embargaba, privándola de su sosiego que ya del todo nada de él quedaba, y animada siempre por su espíritu combativo, hizo su entrada en el aposento de la Policía, creyendo firmemente la pobre, que los guardias podían arreglarle en el momento aquel desaguisado que enloquecida la traía. —Dos agentes de la ley enfrascados se hallaban en la comisaría faenando por sus deberes cuando la Teresa hizo aparición ante ellos, con su rostro por completo desarmado en el descosido sufrimiento que la debatía, uno de los policías que se percató en el instante del apurante desespero que a la desventurada Teresa consumía, le dijo a la vez que se levantaba de su asiento, para rogarle gentilmente que ella se sentara, menester que no quiso hacer la Teresa porque manifestole al amable policía, que los nervios no la dejaban estarse queda, ya que entrelazábanse con tal fuerza enfurecida y desatinada en su sentimiento, que la ensenderaban en la enloquecedora postura que a todas luces enseñaba. —¡Está bien señora! Le dijo sonriéndola tranquilizadoramente el policía a la par que le rogaba, que se calmara, que se serenara, y que les contase lo que le sucedía, afirmándole que si en sus manos se encontraba el remedio, podía de antemano considerarlo satisfactoriamente resuelto. —Relató la Teresa por segunda vez en aquella trágica mañana el nefastoso timo que entre el Vulcano y la Aseguradora le habían hecho, que tal ladronizo la traían centrada, en el espineroso sufrir y parejo desarreglo. —El agente que habíala escuchado sin hacerle la más leve interrupción a su diálogo, y ayudándola con sus gestos de protección y confianza para que mejor se despachase en sus acusadores decires, cuando la Teresa terminó de contarles su desgracia, y ya teniendo creído que la policía iba a componerles las torcidas cuentas que industriaran encima de su humilde persona aquellos desalmados timadores modernos, desmoronósele en sentida desilusión tan cándida aspiración, cuando le dijo el agente compadeciéndola: —Siento mucho señora el no poder ayudarla en esta clara injusticia que estos señores le han hecho, y yo creo que de todo este sucio negocio que le han hecho, no ha de sacar usted en su provecho nada. Mi consejo es, que debe de abonarle al señor Vulcano la mitad de la arregladura del vehículo que le reclama, y no olvide nunca, y esto se lo digo yo por la mucha experiencia que en tales asuntos tengo, que todos los ricos se dan la mano, al igual que hacen todos los ladrones, ya que ellos no ignoran, que si uno de ellos se hunde, corren el peligro de ahogarse los demás por eso se protegen mutuamente, y como ellos son los que pagan y los que mandan, pues al pobre no le queda más recurso, que cerrar el pico y aguantar sin la menor protesta todo cuanto le echen. —Ahora bien, si usted no está conforme con hacer esto que le he aconsejado, entonces vaya usted a visitar a un abogado para que formule la consiguiente denuncia al juzgado, pero tenga presente, que si el juez estima que no existe tal timo, entre el juzgado y su abogado le han de cobrar más de lo que vale el vehículo, y hasta inclusive la pueden encarcelar por levantar un falso testimonio a tan respetables señores. —Teresa al escuchar estas palabras no podía a ciencia cierta pensar, que si todo aquello que le estaba sucediendo no era nada más que una endemoniada pesadilla de la cual en cualquier momento iba a despertar pudiendo recuperar en el instante su sosiego y tranquilidad, pero no, era bien cierto que estaba despierta, y que todo cuanto le estaba sucediendo era la triste, canallesca y sucia verdad que al pobre le brinda la vida, ahora se daba cuenta de que todo el entramado de la ley, no más era una vergonzosa y engañativa mentira, por esto, airada, descompuesta, envilecida y rabiosamente desatinada les dijo a los policias: —¡Díganme ustedes señores policías que misión es la que tienen que cumplir en esta mi Patria tan falta de Justicia! —¿Acaso están ustedes nada más que para perseguir y encarcelar a los pobres y desgraciadinos mineros cuando se ponen en huelga, por reclamar lo que Humanamente y en Justicia les pertenece, que no es otra cosa nada más que el fruto de su peligroso trabajo y harto enfermo, y que por hacer tal cosa ustedes les detienen, los encarcelan y les mayan (majan) a vergajazos sus cuerpos hasta arrancarles dentro de atroces sufrimientos, como hicieron una vez con mi difunto marido que a fuerza de llevar centenares de latigazos le sacaban el pellejo a tiras. Para también encarcelar a sus mujeres y cortarles el pelo al cero, como también hicieron con una vecina mía, que su pobre marido que era un santo del cielo, de resultas de una soberana paliza que le propinó la policía, dejó para siempre este podrido mundo al mismo tiempo que a su mujer cargadina de hijos la dejaba también viuda. No siendo su delito otro que haber trabajado desde su niñez en la mina, el haber querido reclamar el sudor que el patrono le robaba. ¿Ustedes que misión es la que tienen? ¡Acaso detener a los borrachos que se entarrascan (embriagan), y no porque sean beodos de profesión, sino que siendo obreros cobrando un miserable sueldo, se ven aburridos porque en sus hogares falta de todo, y entonces buscan en la bebida el olvido, porque saben que no pueden luchar contra un régimen que los oprime, con la poderosa fuerza que detrás de cada trabajador hay un policía! —Quizás hubiese seguido la enloquecida Teresa hablando largo tiempo por este camino, si uno de los policías enérgicamente no se le impusiera a la vez que amenazadoramente le decía: —¡Haga el favor señora de no dar a luz tantas insultantes tonterías, porque me parece a mi, que usted va a terminar muy mal, y tengo la impresión de que se va a quedar aquí, para ser encarcelada juzgada por ofender a la autoridad. Así que no despegue más su boca lárguese pronto antes de que me arrepienta! —No siguió hablando Teresa, no pudo seguir diciéndoles tantas cosas como ella sabía, tantas nefastosas cosas que en las cuencas mineras asturianas la policía había hecho, pero ahora lo que verdaderamente a ciencia cierta ya sabía, era que si el honrado y desventurado trabajador quería vivir con tranquilidad, debía de hacerlo siempre de rodillas. "LA TERESA Y LOS ABOGADOS" —Xebrose (marchose) la Teresa de la comisaría, y corriendo como una desesperada por las calles de Oviedo llegó hasta el Sindicato con intenciones de consultar su caso con un abogado que conocía que tenía ganada fama de ser un buen defensor del trabajador, y no un “tragón" como existen muchos en estas instituciones en otras muchas, ya que este letrado es un hombre recto (y también falangista), tan agudo e inteligente como lo fuera el propio Muñón de Diego, y por tercera vez, y comenzándole ya a enronquecérsele la voz, le relató el escabroso asunto que la traía desatinada. —El ilustre abogado del Sindicado escuchola sopesando todas sus palabras, y antes de responderle a la conclusión que había de aquel teatro sacado, le arrancó con profundidad un par de fumadas a su cigarro, y a la vez que lo estrujaba con rabia en el cenicero, dijo haciendo un marcado gesto de desprecio hacía los promotores de aquel despreciable y cobardoso timo: —¡Esto que le han hecho a usted es un timo asqueroso y despreciable, pero no se preocupe usted más, y deje ya de desesperarse, ya que toda la razón está de su parte, y a esos miserables no ha de quedarles más remedio, que componerle en condiciones las averías que tiene su furgoneta, o por lo contrario, deshacer la venta y entregarle el dinero que usted le dio como entrada! —No se puede imaginar don Pedro el bien que me hacen sus consolativas palabras, ya que he sufrido toda la mañana lo indecible en mi caminar de Herodes para Pilatos, y mis sentidos ya se me estaban avecinando con la pérdida de la razón. Y ahora pagándole lo que fuera menester, yo le ruego por la santina de Covadonga, que me ataña este asunto en el juzgado, para poder meter en el honrado riego a estos endiablados timadores. —Bien quisiera yo hacer lo que me está pidiendo, pero yo sólo puedo actuar en los menesteres que sean de tipo laboral, pero no se apene usted, porque la voy a enviar a un colega amigo mío, que sabe hilar muy derecho en estos asuntos, ya verá como le arregla esta cuestión con prontitud y a su agrado. —Más esperanzada por el motivo de las alentadoras palabras que le había dicho el abogado del Sindicato, hizo Teresa entrada en aquella su aciaga mañana en la casa del letrado a donde iba dirigida, y parecíale que su emprendedor valiente ánimo se encontraba en derechura de sosegarse, y su apagada alegría en hechura de florecer de nuevo, pues ya pensaba que su avisperoso negocio navegaba en las tranquilas aguas que le conducirían a ser resuelto en su favor. —Por esto, tras las consiguientes palabras de presentación que sostuvo con aquel nuevo abogado que visitaba, éste le mandó que se sentase, por primera vez en aquella su ajetreada mañana, acomodose en el mullido sillón la Teresa, medio rendida sofocada por la continua tensión en que había estado sometida, y el grande cansancio que sentía por tantas vueltas como había dado. Así pues empezó Teresa por cuarta vez en tan corto espacio, a poner en el oído del letrado, todo cuanto le aconteciera con el rapiegu de Vulcano, los foínus (garduños) de la Aseguradora, los llimiagus (babosos) de los policías, así como lo que hablara con el estupendo abogado del Sindicato. —No despegó su lengua aquel letrado en todo el tiempo que la Teresa invirtió en narrarle su caso, pero se observaba que hacía trabajar a su imaginación en el silencio, con las miras de encontrar en aquel entuerto el nudo dónde se encontraba atado el delito, y de cuando en cuando sacudía su cabeza y se sonreía, lo mismo que si le hiciera cierta gracia aquel descantoyamientu (descalabro), y cuando a la postre la Teresa terminó su historia, él hablando con seguridad dijo: —Está visto señora que todo este endiablado teatro que le han preparado, tiene el indecente hocico de ser un canallesco y cobardoso timo, pero no se preocupe usted ya que lleva la entera razón, y aunque la ley tiene unas lagunas abismales, no considero yo de que le puedan robar lo que es únicamente suyo. —Mire... voy ha procurar arreglarle este caso sin que usted tenga necesidad de gastar dinero, ya que por lo que observo, usted es una pobre trabajadora, y en los bolsillos de los necesitados no suelo hacer yo cobranzas de mis salarios. Verá, ahora mismo le voy a telefonear al jefe de la policía que es conocido mío, para preguntarle si este asunto se puede enjuiciar por lo criminal y elevarlo directamente ante el señor juez. —Después de conferenciar unos instantes el desinteresado abogado con el jefe de la policía, dijo con marcada satisfacción por haber hallado la solución que buscaba: —¡Bueno señora hemos tenido suerte, ya que se puede hacer lo que yo había pensado, así que vaya ahora mismo al juzgado de lo Criminal, y explíquele al señor juez todo cuanto le ha sucedido, y ya verá usted como le arregla este asunto rápidamente! “TERESA ANTE EL SEÑOR JUEZ” —En pocos minutos ganó corriendo la plaza del Ayuntamiento la esperanzada Teresa, y ágil, decidida y entusiasmada, subió con rapidez las escaleras del juzgado de primera instancia, y allí dijo que venía a visitar al señor juez, y que precisaba hacerlo sin demora, porque ya era demasiado tarde y tenía temor de no poder resolver su cuestión aquella mañana. —Uno de los chupatintas que en aquel despacho aparentemente trabajaba, si es que en verdad sabía hacer algo de provecho, dijo dirigiéndose a un compañero con marcado aire de altanería a la par que miraba a la Teresa de soslayo, como si le tomara la medida a su valía social, y de hecho ya supiera que no tenía facha ni de posición adinerada, ni de poder de ninguna clase: —¡Algunas personas cuentan que hablar con el señor juez es lo mismo que dirigirse a un verdulero, que poca preparación y cuanta ignorancia tenemos en España que hasta los mismos aldeanos que están como el mismo ganado piensan, que todos somos iguales y que un magistrado es parecido al vecino de la puerta de casa! —Pero no todos en aquella dependencia pensaban como este payaso, y como tantas y tantos payasos que pueblan arrastrándose como asquerosos reptiles, la mayor parte de las oficinas de nuestra Patria, pues una joven secretaria que allí también trabajaba, preguntole a Teresa con natural educación y pareja simpatía, el por qué precisaba ver al señor juez con tanto apremio como el que tenía, para ella comunicárselo y señalarle la visita. Y de nuevo la pobre Teresa por quinta vez tuvo necesidad de contar cuanto le había acontecido, condoliendo con su historia el ánimo de la muchacha, la cual le dijo: —¡Yo no sé señora si este caso que usted me explicó pertenece a este juzgado, bueno no obstante espere aquí un poco, que se lo voy a comunicar al señor juez haber si la puede recibir! —No debía de tener mucho trabajo en aquel tiempo de la casi finalizada mañana el señor juez, porque al corto instante sonriéndose satisfecha la buena secretaria con haber conseguido la entrevista, regresando a lado de Teresa le dijo: —Ya puede pasar usted señora, pues el señor juez la espera, hizo acto de presencia en la sala donde el repartidor de ley aguardándola estaba, y nada más que el juez la vio ante su presencia, preguntó con seriedad ajusticiadora: —¡Dígame señora! —¿Qué clase de gravedad la ha guiado ante mi presencia? —Teresa ya casi afónica del todo, y sofocada hasta lindar en el mismo ahogo, le contestó con todo el respeto y educación que poseía: —¡Perdóneme señor juez por molestarle, pero el caso es que mi abogado, me aconsejó que viniese ante su justa presencia para hacerle sabedor de la desgracia que me acompaña, que barrunto por anticipado, que ha de borrarla Su Señoría de mi triste sentimiento de un sólo plumazo! —Y seguidamente le explicó por sexta vez aquella mañana el mal que la desarrendaba, que en tan corto tiempo le había producida más sufrimiento, que los dolores que la embargaran en el haber traído al mundo tres futuros soldados para el Ejército de la Patria. —El señor juez que al parejo que la escuchaba estaba en animada conversación con unos despreciables sujetos que le acompañaban, que tuvieron la poca vergüenza de dialogar con el juez cuando la Teresa a éste hablaba, como si fuese más importante lo que trataban, que la simpleza de la pobre Teresa, que hasta aquellos momentos todavía creía en la eficiencia de la ley, cosa que a los pocos minutos despreciaría con toda su alma. Así que Teresa concluyó su narrativa sin haber sido interrumpida como al parecer tampoco escuchada, el señor juez quitándose sus lentes dijo con marcados síntomas de enojo: —¡Bueno…! ¿A mí que me cuenta usted señora? —¿Qué es lo que pretende usted...? —¿Acaso que yo ordene que le devuelvan con rapidez sus intereses que cualquiera sabe si son razonados, y que su abogado le lleve los cuartos? —Si usted en verdad quiere resolver este su asunto, haga el favor de hacer con la denuncia el debido camino, y no ensenderarse en el del atajo, y cuando el pleito llegue a mis manos, yo lo juzgare ateniéndome a las leyes, y entonces se sabrá quién es el culpable, si el denunciado ó el denunciante! —Salió Teresa del aposento del juez perdiendo ya para siempre toda creencia el la ley, que si en verdad en España algo de ella existe, cuando uno termina de dar las vueltas y revueltas que para todo proceso se necesitan, el más joven se torna viejo, y éste pasa a mejor vida. Y lo que no sabe la ley española con tanto cuento barato como se traen sus compositores que el pobre necesita presto su justicia, de lo que se saca en consecuencia que la ley, es patrimonio eminentemente propio de las clases poderosas. —Pobre Teresa, que no había tenido la suerte de toparse con un juez como el Juan Antonio de mi aldea que supo repartir la justicia entre Pascualín el de los enredos y las gafuros xabarceiras, con un juez que por experiencia sabia lo que era el trabajo, la necesidad, la justicia y la injusticia, por eso ahora Teresa caminaba con paso cansino, ya sin ninguna prisa, iba desilusionada, afligida, herida en lo más profundo de su alma, entristecida y empobrecida, observando por vez primera a un mundo que ella jamás había pensado que existía. Y así con tanta desesperación desventurada dirigíase a la casa de su abogado para contarle las enflaquecidas ganancias que sacara del repartidor de la justicia. —Y su abogado no supo decirle nada más que esto: —¡Creame señora, pues le juro que yo hice todo cuanto estaba a mi alcance por ayudarla, pero ya veo por lo que usted me cuenta que no fuimos capaces de conseguir nada, ahora no le queda más recurso que hacer esto que le digo! —¡Vaya a la casa de ese despreciable timador de Vulcano, páguele la mitad de la compostura que él le reclama por arreglarle el vehículo, de esta manera se encontrará pronto con la tranquilidad que le está haciendo falta, por otra parte ahorrará usted dinero, pues si este asunto lo llevamos hasta el final, se va a gastar usted mucho más de lo que vale el xumentu de fierru, sin tener la garantía de ganar el xuiciu, a pesar de ser usted dueña y señora de toda la verdad! —Llegó tras mucho bregar en busca de la Justicia y la razón que en aquellos tiempos no habla para los menesterosos, cuento que llegó la desdichada Teresa ante la presencia del rapiegu de Vulcanu, y cuando le empezó a hablar, lo hacía la pobre con tan afónica ronquera, que por esto el fuín de su timador sonriéndose muy satisfecho, le pregunto con marcada y despreciativa guasa. —¿Qué ye lu que l'axucéi nagora xiñora, que trái tan afogáu 'l glachu gafu ya endiañáu que nun principiu tal paicióme que querie achuquiname? —Pues me parece que viene muy mermada de voz y enflaquecida de genio. Mucho ha tenido usted que tejer y destejer, hablar, gritar, y desesperarse, para que se le hallan secado entrambas fuentes de mala leche, ya que cuando salió de aquí esta mañana después de ponerme a mi como un verdadero pingayu, todavía se le apreciaba la suficiente fuerza para poner en verdadera revolución a todas las autoridades de Oviedo, que como es muy natural la han escuchado a usted por cuento. —Pero tenga paciencia señora, que en las derrotas que hoy coseche, si sabe aprender de ellas como hicimos los demás, sacará usted las victorias de mañana, y puede que desde ahora ya jamás ponga en duda, que quienes tienen el dinero son los que mandan, y aquellos que luchan con la fuerza de la dialéctica contra el dinero, no son en verdad locos sino simplemente tontos. —Nada le contestó Teresa a los razonamientos atinados de ‘l Rapiegón del Vulcanu, sino que mirándole con endemoniado desprecio, señalada rabia y marcado odio, sacó de su bolso los dineros y al cuidado que se los ponía entre sus fuinesques manes le dijo: —Aquí tiene el importe del arreglo de mi furgonetina, y quiera el Xantiquín del Faidor que le sirva para melecinas. —Con aquella furgoneta anduvimos xabarciandu por todos los mercados de Asturias, y al final tuvimos que dejar tal oficio porque casi no ganábamos para encantexus de la dichosa furgonetina.

    Primer Diccionario Enciclopédicu de la Llingua Asturiana > xabarciar

  • 7 xitanus

    Xitanus, gitanos. —Nus tempus d'endenantes cundu you era guaxe, toes les aldines de la miou Tierrina taben ameruxáes d'istes prexones ya d'oitres qu'achegaben fasta lus nuexus chugares catandu dalguna ruquera qu'enzular p'afogar la prietona fame que lus encibiétchaba, peru de toes les xentes qu'achegaben ya caúna col sou rexistru, lus únicus qu'arrapiegaben dalgu yeren lus intelixentes ya estutus xitanus, vou cuntabus nagora a la memoria d'istes ximples, xenciétches, intelixentes ya desprestixáes xentes isti tratu que cheldarun d'enría d'un veicín miou. TRADUCCIÓN.—En los tiempos pasados cuando yo era un niño, todas las aldeas de mi querida Tierrina, estaban, plagadas de estas gentes y de otras parecidas, que llegaban a nuestras aldeas buscando alguna cosa para comer, con el fin de ahogar la grande hambre que los encadenaba, pero de todas las personas que llegaban y cada una con su oficio bien entrenado y aprendido, los únicos que lograban engañar y sacar partido de sus trapisondas eran los inteligentes gitanos. Yo les voy a contar ahora a la memoria de estas simples y sencillas gentes, de estas buenas, inteligentes y despreciadas personas, un trato que hicieron con un vecino de mi aldea que siempre se las dio de listo, pensando que por mal que fuese el trato, él siempre saldría ganando, ya que su pollino valía muy poco. "PIN EL TOIPU" “JOSÉ EL TOPO” —Chegarun lus xitanus naquel díe del mes de coyer el pan mu cedu a la miou aldina, tou la nuétche la borrina apaxiétchara l'aldina con choramicus d'orfina, anxín yera que tous lus erus taben orbayainus, ya lus pancicales llucíen sous espigues enxemáes sous ariestes d'urpinas d'orfinadura, tal paicíen les espigues que yeren xoyes de finu goru, dientru de repuxáus cadexinus de plata de bona lley. —Llegaron los gitanos aquel día del mes de recoger el trigo (agosto), muy temprano a mi aldea, toda la noche la densa niebla había vestido a la aldea con finas lágrimas que casi invisiblemente de la niebla se desprendían, así era que todos sus campos estaban mojados, y los trigales lucían sus espigas llenas sus aristas de delicado rocío, tal parecían las espigas joyas del más fino oro, dentro de repujados de finas cadenas de buena plata de ley. —Taba la borrina pe la fondeirá de lus préus de la braña, ya tal paicíe qu'aquel díe 'l sol diba ser de figal, anxín yera qu'al nun puder coyer el pan per tar moyáu, cuaxi toes les xentes poucu teníen que faer, perque la yerbe tóa ya taba nel payar perque tou 'l branu fora un magosteiru, per isti cheldar toes les xentes andaben d'un lláu p'oitre chuquinandu 'l tempu, menus lus qu'andaben curiandu 'l ganáu. Anxina yera que la ñovedá de lus xitanus faía qu'el cutidianu tempu s'espiertare dálgu qu'agüéchar nuéu. —Aquechus xitanus chegaben prietus comu les rexes del xardu, amagostáus sous focicus pel sol de lus caminus, ya prietus tous sous pelleyus que chebaben al entestate, que cuaxi, cuaxi andaben en porriques, perque tantu lus homes comu les mucheres traíen sous paxiétchus tan eszarapáus, tan amamplenáus d'esgazaduras per tous lus lláus, que solu lus homes tapaben lus coyones, ya les muyeres la clica yal entamu, perque lus nenus andaben cuaxi d'afechu en porriques. Yera aquecha caterba de xitanus ente lus de sou clás lus mái probes, perque nin tan xiquiér teñíen nin pequenu nin ruín querru, tou contu teñíen chebábenlu d'enría de les costiétches ya del llombu de sous pótchinus. Istus xitanus per lu xeneral son mái pelligróuxus ya galaméan munchu máu depriexa d'un lláu p'oitre nun istanti, que lus que cheben querrus, pos ístus xamás faen les rapiegáes de lus oitres, perque tenen teixá dou catalus que son lus querrus dou s'ateíxan. TRADUCCIÓN.—Aquellos gitanos llegaban negros como las barras del xardu, tostados sus rostros por el sol de los caminos, así como también negros eran los cutis que lucían al aire, pues casi del todo andaban desnudos, porque tanto los hombres como las mujeres, traían sus vestidos tan rotos, tan sumamente despedazados por todas partes, que solo los hombres se tapaban los cojones y las mujeres el culo y las tetas porque los niños andaban casi completamente desnudos. —Era aquella tribu de gitanos entre los de su raza los más pobres, porque ni tan siquiera tenían ni ruino, ni pequeño carro, todo cuanto poseían lo llevaban encima de sus esqueléticas costillas y al lomo de sus pollinos. Esta clase de gitanos por regla general eran más peligrosos y se movían con más rapidez de un lado para otro en un instante, cosa que no podían hacer los que llevaban carros, pues estos jamás cometían los ladronizos de los primeros, porque tenían su casa dónde ir a buscarlos que eran los carros donde vivían. —Chuéu toes les xentes de l'aldina que teñíen dalgúna couxa que perder puxérunxe na guardia de llindiar aquechus xitanacus que lu mesmu arrapiegaben una pita, que cuallesquier oitra couxa menus les ferramientes de trabayu ya les madreñas, pos istes prexés yeren p'échus una ufenxa pa sous dinidáes. —Fexerun sou chariegu debaxu lus húrrus, xeitu dou s’ateixaben toes les xentes que comu échus espatuxaben pel mundiu adiantri, yeren ente mucheres guaxes ya homes un cabanáu de mái d'una ucena, ya sólu traíen tres pótchinus, dous burraxus grandies ya enteirus, tan flacus ya prietus comu taben échus, anxín comu 'na pótchinada pequena ya ruina, que viaxaba xin dalgun aparexu danría 'l sou cadarmeiru llombu, you nun sei xin yera perque nun tendríen mái albardes ou lú que fore, ou perque teñía un pótchinín de pouques xemanes tan famientu ya esguiláu comu tous échus. Nun istantín xebrárunse tóus nel trabayar de sous deleres, metandu qu'angunus quedaben debaxu 'l húrru dexaparexandu les couxes de lus pótchinus oitres tremáus pe l'aldina cataban buxíu pa les sous cestiquínes con mires d'escambiayes per comedera, ou leyíen la bona xuerte, ou chaben les cartes, ou miagaben llimosnes aqueches mucheres que chebaben un nenu d’entamu pal cuál pedigueñaben pel amore del Faidor dalgu de lleichi ou farina, ou pataques, ou fabes, pos ya nel atayu del pedigüeñáu tou lu que fora yera p'échus un antroxáu de festa. —Nel treminu de poucu tempu, tizarun el fuéu, puxeron el pote ya fixerun dalgu callentri, nun sei lu que yera, ya despós de ben gradiada l'aldina, rexúntarunse tóus enxemáus d'allegría, ya falandu na sou xerga metanes enzulaban el potaxín qu'encaldaran, tal paicía que yeren mái fellices que tou l'aldina xunta. TRADUCCIÓN.—Pronto todas las gentes de mi aldea que tenían alguna cosa que perder, se pusieron en guardia para cuidar aquellos gitanos, que lo mismo robaban una gallina, que cualquier otra cosa, pues todo les venía bien y érales necesario, todo menos las herramientas de trabajo y las almadreñas, pues estas preséas, eran para ellos una ofensa hacía sus dignidades muy particulares tan sólo con mirarlas. —Hicieron su campamento debajo de los hórreos de la aldea, lugar donde se aposentaban todas las gentes que como ellos caminaban por el mundo adelante, eran entre mujeres, niños y hombres, un tropel de gentes de más de una docena, y sólo traían tres pollinos, dos grandes burros sin capar, tan flacos y hambrientos como estaban sus dueños, así como una borrica pequeña y ruina, que viajaba sin ninguna clase de aparejos encima de su cadavérico lomo, bien fuese porque no tenían más albardas, o porque estaba criando un pollinín de pocas semanas tan hambriento y enflaquecido como todos los seres que componían aquella tribu. En pocos momentos se repartieron todos sus trabajos, mientras que unos se quedaban debajo del hórreo desaparejando las miserables cosas que traían encima de sus pollinos, otros se repartieron por la aldina, buscando la forma de acomodar a sus cestas en el cambio de comedera, otros leían la buena suerte, o echaban las cartas, o pedían limosnas aquellas mujeres que llevaban un niño de rollo entre sus brazos, para el cuál rogaban por el amor del Hacedor, un poco de leche, o harina, patatas, judías, pues ya caminantes en el atajo de pedir, todo cuanto les dieran para ellos era un regalo de fiesta. —Despos d’engayolar un migayu lus sous ventronacus, perque fartar nun viexen féchulu por lo rápido que habían comido, y lo poco que manejaran la cuchara, pués you agüétchabalus andar a xorbiatus de sous pletus ya cazuelus, per lu que cullumbréi que l'únicu que viexen faíu, fora callentar el estómagu conún tarreñaín de caldapius. Falu que coyerun lus sous pótchinus lus homes d'aquecha tribu 'n compaña de lus sous guaxes que comu you yeren zaragoletus, ya xebrárunxe p'escontres la veira 'l ríu, con mires de catar blimbes ya delgu de comedeira pa lus sous burraxus, perque per tous lus lláus taba la campíz amagostá d'afechu per cuaxa de les callores de tou 'l branu, peru lus pótchinus de lus xitanus manque sean viétchus rumien cuallesquier clás de fuéas ou yerbaxus, pos cundu la fame ye grandie, lu mesmu les prexones que lus anemales nun le ponen mal focicu a dalguna clás de comedera, pos tou ye comu 'n mamxar, ya les boques mái escosáes de caniles, rabilen ya ruquen cuaxi lu mesmu que xin lluciéranxe ben ferramientáes, perque la fame fae millagrus en tous lus xentíus menus nel del estómadu. —Un de lus tres pótchinus el de mexor presencia, chevaba una cabezá cuaxi nuéa, con grandies ureyeres, ya mosqueires de collorinus que remataben nunes moutes comu la de les monteires de lus xoldiáus, xegun el miou preciar, aquecha cabezá teñía mái vallor que tous lus paxiétchus, fatus, cacíus e aparexus que chelaba la tribu enteira. TRADUCCIÓN.—Después de entretener o engañar un poco el estómago, porque hartar no debieron de haberlo hecho, por lo rápido que habían comido y lo poco que manejaron la cuchara, pues yo los observaba beber con ansiosos tragos por sus platos o escudillas, por lo que saque en consecuencia, que lo único que habían hecho no había sido otra cosa, que el calentarse un poco el estómago, con aquel puchero de pobres caldos. Dígoles que nada más dejar los platos, cogieron los hombres de aquella tribu sus burros, y acompañados por los niños mayorcitos, se marcharon para la orilla del pequeño río, con miras de buscar mimbres y alguna hierba para darles de comer a sus animales, ya que por todos los lados se encontraba el campo quemado del todo por la causa del excesivo calor de aquel verano, pero los pollinos de los gitanos, así como todas las gentes y animales del mundo, bien sean viejos o nuevos, comen o rumian cualquier clase de alimentación cuando son atacados por el grande hambre, pues con esta esquelética señora por dueña, tanto las personas, como los animales, no le ponen mal hocico a ninguna clase de comida, ya que la más despreciable es un rico manjar, y hasta las bocas limpias de todo diente, trituran y rumian casi lo mismo, que las que tienen un buen dentamen, porque el hambre, hace milagros en todos los sentidos menos en el del estómago. —Uno de los tres pollinos, el de mejor presencia, llevaba puesta una cabezada casi nueva, con grandes orejeras claveteadas, y mosquiteras de diferentes colores, que terminaban en unas borlas, como las que llevan los gorros de los soldados. Según mi apreciar, aquella cabezada tenía ella solo más valor, que todos los vestidos, y demás ropas, cacharros y aparejos de toda la tribu. —Cundu lus xitanus chegarun al regueiru dexarun a la pótchina yal oitre buche xueltus, paque guarecieren per achindi 'l sou antoxu lu pocu que viexe que pastiar, metantu qu'al pótchin de la lluxóusa cabezá, l'arretrigarun al tueru d'una figaleta, chandói achindi delgu de xegáu qu' apradiaben per les xinuexes veires del regueiru, que xegaretaben conún foicinacu, tal paicíe qu’aquel pótchin tratábenlu mexor que a lus oitres, per unguna razón que you entavía nun comprendíe, achindi rucandu arretrigáu a la figalina taba enzulandu lu quei chaben, metandu qu'al lláu d'él taba un xitanu pulgandu ou escortexandu blimbes, cundu paxóu per el cháu d'él Pín el Xordapu, que comencipióu a nomaxe 'l Toipu disdi aquel mesmu díe. Pín qu'entendía d'animales per viexe criáu xempre 'l lláu d'échus, cundu agüétchou aquel burru de bona prexencia, que rucaba comu 'n condenáu aquechus yerbatus, ya qu'auxaba les mosques a patáes, rabotazus ya fasta con xeniu col sou focicu fasta 'l xeitu qu'el ramal lu dexare, comencipióu a falar col xitanu de couxes que you nun ureaba perque taba dalgu lonxe d'échus xugaretiandu a lus mious deleres, metantu uxerba a lus xitanus lu que faíen per la veira del regueiru, anxín me lu dixu que fixera miou tíu, que teñía un patacal per aquechus chugares, ya nun fora que lus xitanus fozaran en él ya l'arrapiegaren un manegáu de pataques. —Nagua you les uyía de lu que falaben, peru xin qu’agüétchaba a Pín afilbanar per tous lus lláus al buche con güeyáes ximulóuxes, pa despós cundu s'allevantóu 'l xitanu dexandu 'l sou trabayu, comincipiar a rexistrar el burru anxín per altu. Despós vilu colar pala sou teixá, paiciéndume qu'espatuxaba mái llixeiru qu'oitres veices, al ratiquín vilu golguer col sou burriquín del ramal, qu’al colocalu ‘l lláu del d'el xitanu paicía un nanu pelu pequenu ya rancuátchu que yera, fói entoncienes cundu m'ariméi 'l lláu d'échus cundu envidayéi que diben cheldar un tratu. TRADUCCIÓN.—Cuando los gitanos llegaron al riachuelo, dejaron a su borrica y al otro pollino sueltos, para que pacieran por allí a su antojo, lo poco que había que patiar mientras que el pollino de la lujosa cabezada le amarrarón al tronco de una pequeña higuera, y allí le dieron algo de pación que recogían en las cuestas y difíciles orillas del torrente, que segaban con una pequeña hoz, tal parecía que aquel pollino le cuidaban mejor que a los otros, por alguna secreta razón que yo no comprendía. Allí rumiando atado a la higuera estaba comiendo lo que le daban, mientras que al lado de él, sentado se encontraba un gitano que parsimoniosamente pelaba las mimbres para hacer cestas, cuando acertó casual o intencionadamente a pasar por el lugar Pín el Sordo, que se comenzaría a llamarlo Pín el Topo en toda la aldea y sus contornos desde aquel mismo día. —Pín que entendía mucho de animales por haberse criado toda su vida entre ellos cuando vio aquel burro de tan buena presencia, que comía como un desespera aquellos hierbajos, que cualquiera de sus animales despreciaría, y que par espantaba las moscas dando recios y enérgicos coces, fuertes rabotazos y hasta con su hocico con recio regio las espantaba hasta el lugar que se lo permitía el ramal que le ataba. Se detuvo y empezó a dialogar con el gitano de cosas que yo no podía oír por encontrarme demasiado alejado de ellos jugando a mi manera, mientras que en todo momento observaba a los gitanos todos sus movimientos, pues así me lo había ordenado un tío mío, que tenía una huerta sembrada de patatas por aquellos lugares, y no fuera a ser que estos condenados entrasen en ella, y le robasen un grande cesto de patatas. —Nada de cuanto hablaban les escuchaba, pero si que observe a Pín con miradas simulosas propiar al pollino por todas partes, para después, cuando se levanto el gitano y dejó su trabajo, comenzar a registrar al jumento así por encima sin mucho detenimiento, para después marcharse camino de su casa, pareciéndome a mí que caminaba con más ligeraza que otras veces. Al poco tiempo le vi retornar con su borriquito del ramal, que al colocarle al lado del de el gitano, tal parecía un enano por lo pequeño y ruin que era, mi curiosidad me hizo acercarme al lado de ellos, y así pude comprobar como querían hacer un trato. —Cundu 'l xitanu agüeyóu 'l buchacu de Pín xonriyendu le dixu, que comu teñía la poucu vergüenxa del querer cambear el sou buchecín, que yera de fierru ferrunóuxu, per el sou pótchin, que yera de goru macizu, pos xin él tal couxa fixera xemeyaría 'l toipu que cambeóu lus güétchus pel ráu. Pín comencipióu falale que xin dalgu tenía qu'apurriye que fora xustu ya non una rapiegada, pos achindi taba pa tóu lu que fore honréu. El xitanu entóus comencipióu a rexistrar el burrín de Pín conél esprapayu de maestru nel ufixu, palpulu ya miróulu tóu em menus tempu del cantíu del pitu, ya despós díxole, qu'l sou borriquín yera mu vieyu, quei faltaben dalgunus molares ya que teñía l'amolaxura de la foría, total que xin quería camiar el buche teñía qu'apurriye déz pexus enría, ya dous pela cabeza, pos al sou pótchin nunye xeivía perque coyíu tou él dientru d'écha. Pín el Xordapu coyu 'l xitanu pela pallabra ya díxole, que taba d'acurdu 'n apurriye lus déz pexus pel pótchín ya dái 'l suyu enría, peru pelu que nun entraba yera nel mercái la cabezá, pos xospechaba qu'aquel lluxóuxu arñés yera 'l frutu d'una rapiegá, ya nun fora la couxa qu'un díe topara 'l sou amu per dalgún merquéu ou feria ya viexese nun vergüenzóuxu compromixu. —Fáigarne 'l favor paixanu, contestoye 'l xitanu nel char del noxáu. ¿Vusté nun ten güeyus nixe focicu de magüetu que ten, p'uxervar qu’ista carbezá ta fecha a la medía del niou pótchin? —Pos xin penxa qu'el cabezal foi afoinái, penxe tamén qu'el burru foi rapiegáu, ya cole con priexa a denunciábe, agora manque m’apurra venti pexus pel pótchin, ya cuatru pel cabezáu nun encaldaríe con úste tratu dalgún perque ye un paixanu escosu de mótchera, anxín que xébrese del miou lláu xinún quer que nus engarradiemus per nomame lladrón. TRADUCCIÓN.—Cuando el gitano vio el enclenque burro de Pín sonriéndose despreciativamente le dijo: —Que como tenía la poca vergüenza de querer cambiarme aquel despreciable borrico que era de hierro herrumbroso, por el su preciado pollino que era de oro macizo. Pues si tal cosa yo hiciese, decía sonriente el gitano, me parecía al topo, que cambió los ojos por el rabo. Pín con suaves palabras le dijo, que si algo de dinero le tenía que dar encima, que fuera una cosa justa y no una ladronada, que allí estaba él para lo que fuese honrado. —El gitano entonces comenzó a buscar los defectos del borrico de Pín, con la experiencia de ser consumado maestro en tal oficio, lo tocó y lo miró entero en menos tiempo del canto del gallo, y después muy seriamente le dijo, que su borrico era muy viejo, que le faltaban algunas muelas, y que tenía el mal de tener muy a menudo diarreas, total que si quería cambiar su pollinín por el suyo, le tenía que dar diez duros encima y dos más por la cabezada, ya que a su pollino no le servía, pues cogía todo él dentro de ella. —Pín el Sordo asiendo al gitano por su palabra le dijo, que estaba de acuerdo en darle los diez pesos por su pollino y el suyo encina, pero por lo que no pasaba era por el comprarle la cabezada, pues sospechaba que aquel lujoso arnés, era sin duda el fruto de un robo, y no fuera la cosa que un día se encontrara con su dueño en algún mercado o feria, y él se viese metido en un vergonzoso compromiso. —Hágame el favor paisano, le contestó el gitano muy enojado y sulfurado, ¿usted no tiene ojos en su cara de bestia para observar que esta cabezada esta hecha a la medida de mi pollino? —Y si piensa que este cabezal ha sido robado, piense también que el pollino venía con él, y ya sabiendo o suponiendo que entrambas cosas son de la procedencia de la rapiña, puede usted marchar con prisa a denunciarme, porque yo ya no le cambiar mi pollino por su enclenque borriquillo, ni aunque me dé veinte duros encima y cuatro más por la cabezada. Así pues, hágame el favor de marcharse de mi lado sino quiere que nos enzarcemos a leñazos, por la causa de usted haberme ofendido llamándome ladrón. —Nun quixe ufendélu bon xitanu, peru you xempre disdi guaxín ureéi falar a les xentes viétchas, qu'el ufixu de lus xitanus ye 'l faer curioxas cestiquines de blimbles, arrapiegar lu que fore ya enduétbichar fadiernus tratus entivocandu lus iñoxentes paixanus. Anxina ye qu'arretiru lu de chamalu lladrón, ya choquémonus la mán dandu per fechu isti tratu. —El xitanu con punxes plasmáes nel sou esquelléticu focicu de tar entabía m' enoxáu díxole a Pín el Xordapu nel encaldar que l'apurría la sou mán, xamás niegu you la miou mán al que pide perdón, peru llancáu t'entavía nel miou vidayu l’ufenxa que me fexu, per ísfu, ya metantu nun se xebre d'afechu de la miou mótcheira, dexemus el tratu namái que nu faláu, ya xin disdi aquindi a la nuetche se me xebra la noxaura, entóus a lu mexor damus el tratu per zarráu. —Cundu chegóu 'l atapecer del díe, Pín el Xordapu fexu prexencia 'l lláu lus hurrus, per ver xin al xitanu le viexe xapaicíu 'l enoxu, ya puénxuse mu cuntentu cundu l'agüétchou reyixe m'allegre ya fellíz al lláu de les sous xentes, per ístu achegóuxe 'l lláu d'él ya nel cheldar quei poñía la mán denría 'l sou homo le dixu. —Bonu xitanu, quéi faemus el tratu ciarrándulu d'afechu ou entavía s'enllamuerga nel char del tar enoxáu. —El xitanu dichadicheiru le dixu que ya taba tan contentu comu endenantes de velu coñocíu, ya qu'el tratu taba piétchau xin d'enría de l'acordiáu l'apurría un cestu pataques pa faer la cena ya un xarricáu de lleiche pa lus nenus pequenus. —Ya fecha la nuetche d’afechu, zarrarun el tratu entrambos cuntentus ya mu xatisfechus, ya Pín el Toipu, colóu pa la sou teixá chevandu 'l burru 'l xitanu pel ramal del lluxosu cabezal, falandoi sou vidayu que viexe fechu un xegún sou paicer,un fadiernu tratu ya qu’el sou pótchinacu naide n'aldea lu quixés manque fora de regalu. Anxín qu‘achegóu a la sou corte col nuéu pótchin, arretrigolu na pexebleira, chói un bon brazáu de yerbe, ya metandu qu'el burru esgalazáu de fame l’ensulaba con priexa, palpolu ya reparóulu per tous sous lláus menus pe lus güétchus, ya quedóu prendáu d'el en tous lus xentíus. TRADUCCIÓN.—No he querido ofenderle buen gitano, pero yo desde niño siempre he oído decir a las gentes viejas, que el oficio de los gitanos, es el hacer hermosas y serviciales cestas de mimbres, robar todo cuanto tuvieran a mano, y enredar buenos tratos equivocando a los inocentes paisanos. Así que retiro lo de llamarle ladrón, y démosnos la mano dando por hecho este trato. —El gitano con señales plasmadas en su esquelético rostro de encontrarse muy enojado, le dijo a Pín el Sordo en el hacer que le daba su mano. —Jamás niego yo mi mano a quién me pide perdón, pero clavado tengo todavía en mi pensamiento la ofensa que me ha hecho al llamarme ladrón, por esta razón, mientras que no se marche del todo de mi pensamiento tan dañino sentimiento, dejemos el trato nada más que en lo hablado, y si desde aquí a la anochecer puedo olvidar la enfadadura que me ha hecho, entonces a lo mejor daremos el trato por hecho. —Cuando llegó el oscurecer del día, Pín el Sordo hizo acto de presencia al lado de los hórreos, para saber si al gitano ya le hubiese desaparecido el enfado, y se puso muy contento cuando le vió, reírse muy alegre y feliz al lado de sus gentes, por esta razón se acercó a su lado, y en el hacer que le ponía halagosamente una mano encima de su hombro le dijo: —Bueno gitano, qué hacemos el trato dándolo por terminado del todo, o todavía se remoja usted en el lar de estar enojado. —El gitano parlanchín y alegre le dijo, que ya se encontraba tan contento como antes de haberle conocido a él, y que el trato estaba cerrado y bien hecho, si encima de lo acordado, le daba un cesto de patatas para hacer la cena, y una jarra de leche para los niños pequeños. —Ya hecha la noche por completo, dieron el trato por hecho, entrambos muy contentos y satisfechos, Pín el Toipu marchó para su casa llevando al burro del gitano asido por el ramal de la lujosa cabezada, diciéndole en silencio su cerebro, que había hecho según su parecer un buen negocio, ya que su pollino nadie en su aldea lo quería aunque lo regalase. Así que llegando a su cuadra con su nuevo burro le ató a la pesebrera, le dio un buen pienso de hierba y mientras que el pollino con grande apetito la engullía con prisa, le palpó y reparó cuidadosamente por todas sus partes menos por los ojos, y quedó prendado de él en todos los sentidos. —Cundu lus malvixus xilbiaban lus albiares d'oitre díe, lus xitanus se xebraben muy cuntentus de miou aldina, ye d'antigu 'l xaber, que cundu lus xitanus encaldan anguna rapiegá, xempre colen endenantes de que les xentes del llugar espierten p'escubriya, foi anxina naquel xuceder, pos cundu Pín El Toípu fói atreínar el ganáu a la sou corte, lu primeiru que fexu fói chái una güétcha 'l sou nuéu pótchín ya viólu corriudu ya uriscu, paiciénduye que despós la fartura de bona yerbe que viexe enzuleu, fasta llucía mexor pelaxe, metandu que faluchandu conxigu mesmu se decía, que namái que auxare la fame del sou curpu, aquel pótchin diba ser mu nomáu n'aldina. —Despós d'abrañar les dous bétchaes que tenía na corte, perqu'el oitre ganáu taba nel puertu, dióule la sou mucher d'almorzar un bon escudítchau de papes con lleichi cabantes d'afoxinar, ya despós de fartu, díxole a la sou muyer que diba dír al puertu pa ver comu s'atopaba 'l ganáu, ya que diba dire axinetáu nel burru p'uxervar la xixa a maneires que tenía. —Anxina foi, que xacóu 'l pótchin de la corte pel ramal fasta la correlá de sou teixu, dou la sou mucher l'aguardaba p'agüétchalu per primeira véiz, ya namái quei llancóu lus sous güeyus denriba, díxole cuntenta 'l sou home que viexe fechu xegún picíe un fadiernu tratu, Pín el Toípu metandu l'aparexaba con l'albardaxa del oitre pótchin que de pequena quei venía cuaxi nui algemía, falabai a la sou muyer ameruxáu d'allegría ya envelexáu per dáxeyes de llistu ante la sou muyer, qu'urear nun uriaba munchu per cuaxes de la sou xordeira, peru qu'al güeyu yal vidayu poucus l'algamían, la sou muyer que yera una andoyona reyía fellíz escontres el sou llistu home, ya entrambus per aquel pótchin per un momentu forun fellices, fasta que Pín escarranquetánduxe denría 'l pótchin, díxole a la sou muche que lluéu taría de regolguía, nel encaldar que con el sou cayaducu l'apuría 'l burru cuaxi cuaxi falagoxamente paque comencipiara a caminar, e anxina lu fexu 'l pótchin ya nun paróu fasta qu'el sou focicu nun truñóu escontres la porta de la teixá del Puchegu, que taba cual char tamén almorzandu les papes, ya dexandu la tareña xaliú a la caleya dou vióu a Pín el Toipu andar al remolín d’un lláu p’oitre de la caleya xin faer brexu d'aquel condenáu pótchin per munchu que col cayáu ya les brindes l’acaidonaba el xétchu d'andar drechu couxa qu'el probe pótchin nun podíe faer per que taba ciegu comu ‘n toípu, ya nun l’escubrióu Pín xinún el Puchegu, que yera un útre p’urear, agüétchar ya envidayar cuallesquier bétcha ou escosá couxa. Ya comu bon puchegu falói a Pín dista maneira: TRADUCCIÓN.—Cuando los tordos malvises silbaban a los despertares del alba alegres y felices del naciente día, los gitanos muy contentos y dichosos se marchaban de mi querida aldea. Es de antiguo ya sabido entre las hidalgas y nobles gentes de estos maravillosos y embrujantes valles y montañas, que cuando los gitanos hacen algún ladronizo, engaño o timo, siempre se ausentan antes que las personas del lugar se despierten para descubrirlos, y así fue en aquel acontecer, pues cuando Pín el Topo ya con el día alumbrado del todo, fue a su cuadra a ordeñar y cebar al ganado, lo primero que hizo fue mirar con marcado profundo a su nuevo pollino, y lo vió recio, con genio espantadizo, pareciéndole a él, que después de la buena hartura de la excelente hierba que había comido, parecía más lucido su pelaje, y hablando consigo mismo muy contento se decía, que nada más que se alejara el hambre de su cuerpo, aquel pollino iba a ser muy renombrado en la aldea. —Después de arreglar las dos vacas paridas que tenía en el establo, porque el otro ganado que tenía por aquella época estaba en el puerto pastiando, le dió su mujer el desayuno, que consistía en una escudilla grande de harina cocida, comida a la par de la espumosa leche recién ordeñada, y después que se hartó, le dijo a su mujer, que iba a ir hasta el puerto, para ver como se encontraba el ganado, y que iba montado sobre el burro, para observar su fuerza y las otras maneras que pudiera tener. Así fue que sacó al pollino de la cuadra cogido de su ramal hasta la corralada de su casa, donde su mujer le esperaba para mirar por primera vez aquel burro tan aponderado de su marido, y nada más que sus ojos le repararon con interesado deseo, díjole muy contenta a su marido, que hubiese hecho según su apreciación un buen trato. —Pín el Toípu mientas le aparejaba con la albarda del otro pollino que de pequeña que era casi no le valía, le decía a su mujer lleno de alegría y endiosado por sentirse agudo y listo ante los ojos de su mujer. —Yo oír no oigo mucho por causa de la sordera, pero a vista e inteligencia muy pocos me alcanzan. La su mujer que era una inocentona, se reía muy feliz hacía su listo marido, y entrambos por aquel pollino en aquellos momentos se sentían felices, y a la par que Pín montaba en su pollino a su mujer le hacía, que muy pronto estaría de vuelta, y seguido le daba al burro con el callado casi, casi como halagándole para que se pusiese en camino, y así lo hizo el buen pollino, no deteniéndose en su camino, hasta que su hocico no tropezó contra la puerta de la casa del satírico, que en aquel suceder también estaba desayunando las papes, y ante tal golpetazo, dejó su escudilla saliendo con rapidez a la calleja, donde vio a Pín el Topo dando vueltas a caballo de su burro de un lado para otro de la calle, sin poder conducir aquel condenado asno, por mucho que lo intentaba con el callado y las bridas para ensenderarlo en el surco del caminar enderechura, cosa que el desgraciado pollino no podía hacer, porque se encontraba tan ciego como el topo, y no descubrió este mal Pín, sino que fue su vecino Satírico, que era un verdadero águila en el oír, ver y pensar en cualquier rica o pobre cosa, y como buen satírico que era le habló a Pín de esta manera: —Disdi güéi Pín el Xordapu tou l'aldina chamarate Pín el Toípu, perque hay que tar de cegaretu comu isti llabrador xin llabiegu, pa nun ver disdi prinxipíu qu'isti pótchin nun vei goteira per dagún de lus dous güetchus. Pín baxóuxe del pótchin xin gurniar pallabra, falagóu 'l burru comu dandói nel entender que nun taba noxáu escontres d'él, coyólu pel ramal ya golguióu arretrigalu na sou corte, dexaparexólu ya chandoi un bon brazáu de yexbe axentóuxe nel pexeble xuntu dél, comencipiandu falaye d'ista maneira: —Nun cuntes miou pótchin que tóu noxaón escontres tigu per que tás cegaretu you sei que yes un bón pótchin, grandie, forte, sanu ya enteiru comu se foxes de parada, per ístu d'aquindi nadiantri you seréi lus tous güetchus, ya tóu farás lus mious trabayus, you te chevaréi ben acaidonáu pel ronzal, ya farás lus mesmus trabayus que cualesquier pótchin de l'aldina, l'únicu que nun podréi será 'l axinetame d'enría tigu, peru de tous lus demás llabores nun me dexarás d'encaldar dalgún, anxine ye, que cuaxi tou contentu de ver fechu 'l tratu con lus condenáus xitanus, quei conisti tratu que fexe conechus, per rexultar tóu cegeretu d'afechu, llimpiarúnme disdi güéi 'l nome de Pín el Xordapu, 'l chamane 'l Puchegu Pín el Toípu, que ye lu mesmu que xin me bautizar el cura. —Y'Anxina foi comu xucedióu, pos aquel xigante de pótchin cegaretu, acaidonáu per el bon envidátchar de Pín el Toípu, yera queríu, aponderáu ya respetáu nun solu na miou aldina, senún entoes les oitres de l'arredonda, ya yera tan renomáu aquel pótchin, perque faía couxes qu'enxemás fixérales dalgún burru que tuviexe lus güeyus con bona vista. El pótchín conel bon pexeble refachénduxe nel cheldar qu'auxaba la fame del sou curpu, ya comu yera xoven dientru lu que cueye, féxose un pótchinon cuaxi paicíu a lus de les paráes de xementales. —Un díe 'l sou veicín díxole a Pín qu'andaba la sou pótchuca callentri, ya quei xin le doxaba que la cabriere 'l sou pótchin, Pín que nun algamíe a faer les puches tamén encalducades comu les cheldaba el sou veicín el Puchegu que foi capaz d'escambiaye 'l nome, xin qu'el sou vidayu cuaxi xempre con intelixencia l'allambraba, per ístu arrespondióule axindi: —Comu 'l miou cegaretu pótchin ye xemental de postineira parada, ya nun solu per sou prexencia, xinún perque paez que ten fasta pequenina alma, xin quiés que cubra la tou pótchina tenes qu'apurrime un pexu, ya isu atinde que yes veicín de la porta la teixada, peru a toes les oitres xentes que queran pedime lu mesmu que tou, cobrareyes dous pexetes mái, perque tener na corte descendencía del miou pótchin, ye teñer la meyor xoya de la pótchineria. Conistu queru falate queríu veicín de la porta la teixá, que con la rebaxa que te faigu ben me pués faer una bona propaganda. TRADUCCIÓN.—Desde el día de hoy Pín el Sordo, toda la aldea te llamará Pín el Topo, porque hay que estar tan ciego como este labrante sin arado, para no ver desde principio que este pollino no veía ni gota por ninguno de entrambos ojos. Pín se apeo de su asno sin pronunciar palabra, a la vez que halagaba al pollino, dándole a entender que no estaba enojado con él y asiéndole por el ramal le volvió a atar dentro de su establo, lo desaparejo y le dio un buen brazado de hierba, y sentándose en el pesebre junto a él, comenzó a hablarle de la siguiente forma: —No pienses mi pollino que estoy enojado contigo, porque te encuentras completamente ciego, yo se muy bien que eres un buen pollino, grande, fuerte, sano y entero, como si fueses de la parada de los sementales, por esto, de ahora en adelante, yo seré tus propios ojos y tu harás los mis trabajos, yo te llevaré bien conducido por el ramal y harás los mismos quehaceres de los demás pollinos de la aldea, lo único que no podré será el ajinetarme encima de tu lomo, pero de todos los demás labores, se que no dejarás de hacer ninguno y hasta puede que los realices mejor que el más avispado de tus hermanos de burrería, por está razón te digo, que casi me encuentro contento de haber realizado tu trato con los condenados gitanos, pues por haber hecho tal negocio con ellos, al resultarme tú del todo ciego, mis vecinos me quitaron desde hoy el nombre de Pin el Sordo, desde el mimo momento que el Puchegu me llamó Pín el Topíu, que es lo mismo que si me bautizase el cura de nuevo. —Aquel gigante de ciego pollino, bien dirigido por el inteligente Pín el Topo, con tal precisión realizaba todos sus trabajos, que era querido, aponderado y respetado, no sólo por las gentes de mi aldea, sino en todas las otras que la rodeaban. Y era tan renombrado aquel excepcional pollino, porque hacía cosas que jamás habían sido hechas por ningún otro pollino aunque tuviese los ojos con buena vista, el ciego burro, que siempre tenía el pesebre lleno de buena hierba, que érale para él manjar divino, engordó y se rehizo, al tenor que iba sacando la miseria y el hambre de su cuerpo, y como era aun joven dentro de lo que cabía, se hizo un pollino aún casi mejor que los que tenían de sementales en la cuadra de la parada. —Un día su vecino el Puchego, le dijo a Pín que su pollina andaba en el celo de necesitar semental, y que si le dejaba que su pollino la cubriera. Pín que no alcanzaba el hacer las sátiras tan bien niveladas y agudas como el Puchegu, que fue capaz de cambiarle el nombre de Pín el Sordo por el de Pín el Toípu, si que su pensamiento casi siempre navegante en la inteligencia le alumbró lo siguiente. —Como mi ciego pollino es semental de postinera parada, y no sólo por su gallarda presencia, sino porque tal parece que también tiene una pequeña alma, si tú deseas que cubra a tu pollina, me tienes que pagar por tal servicio un duro, y esto a ti que eres vecino de la puerta de casa, pero a todas las demás gentes que quieran pedirme lo mismo que tú, les cobraré dos pesos más, pues tener en el establo una descendencia de mi pollino, es lo mismo que poseer la mayor joya de toda la burrería. Con esto pretendo decirte querido vecino de la puerta casa, y con la rebaja que te estoy haciendo, tú bien me puedes hacer una buena propaganda.

    Primer Diccionario Enciclopédicu de la Llingua Asturiana > xitanus

  • 8 надуть

    сов., вин. п.
    1) hinchar vt, inflar vt; emplumar vt (Гват., Куба)
    наду́ть мяч, ши́ну — hinchar un balón, un neumático
    ве́тер наду́л па́рус — el viento hinchó la vela
    ве́тром наду́ло руба́шку безл.el viento hinchó la camisa
    2) тж. род. п. (нанести - о ветре и т.п.) soplar vt
    из окна́ наду́ло хо́лоду — de la ventana soplaba viento frío
    3) безл. разг.
    мне наду́ло в у́хо, в грудь — me ha dado un aire en el oído, en el pecho
    4) прост. ( обмануть) engañar vt, pegársela (a), jugársela de codillo, meter la viruta
    ••
    наду́ть гу́бы прост. — fruncir los labios
    наду́ть щеки — inflar los carrillos

    БИРС > надуть

  • 9 put

    put
    present participle - putting; verb
    1) (to place in a certain position or situation: He put the plate in the cupboard; Did you put any sugar in my coffee?; He put his arm round her; I'm putting a new lock on the door; You're putting too much strain on that rope; When did the Russians first put a man into space?; You've put me in a bad temper; Can you put (=translate) this sentence into French?) poner, colocar
    2) (to submit or present (a proposal, question etc): I put several questions to him; She put her ideas before the committee.) presentar
    3) (to express in words: He put his refusal very politely; Children sometimes have such a funny way of putting things!) expresar
    4) (to write down: I'm trying to write a letter to her, but I don't know what to put.) poner; escribir
    5) (to sail in a particular direction: We put out to sea; The ship put into harbour for repairs.) echar al mar
    - a put-up job
    - put about
    - put across/over
    - put aside
    - put away
    - put back
    - put by
    - put down
    - put down for
    - put one's feet up
    - put forth
    - put in
    - put in for
    - put off
    - put on
    - put out
    - put through
    - put together
    - put up
    - put up to
    - put up with

    put vb
    1. poner / colocar
    2. meter
    tr[pʊt]
    transitive verb (pt & pp put, ger putting)
    1 (gen) poner; (place) colocar; (add) echar, añadir; (place inside) meter, poner
    where did you put the matches? ¿dónde has puesto las cerillas?
    2 (write, mark) poner, apuntar, escribir
    what did you put for number six? ¿qué pusiste en el número seis?
    what's put you in such a bad mood ¿qué te ha puesto de tan mal humor?
    4 (rate, classify) poner
    5 (express) expresar, decir
    how shall I put it? ¿cómo te lo diría?
    6 (calculate, estimate) calcular
    7 SMALLSPORT/SMALL (shot) lanzar
    \
    SMALLIDIOMATIC EXPRESSION/SMALL
    to be hard put to do something serle difícil a uno hacer algo
    to not know where to put oneself no saber dónde ponerse, no saber dónde esconderse
    to put an end to something acabar con algo, poner fin a algo
    to not put it past somebody (to do something) creer a alguien muy capaz (de hacer algo)
    to put one over on somebody engañar a alguien
    to put paid to something estropear algo
    to put something right arreglar algo
    to put somebody on the train, plane, etc acompañar a alguien al tren, al avión, etc
    to put somebody to bed acostar a alguien
    to put somebody to death ejecutar a alguien
    to put somebody up to something incitar a alguien a hacer algo
    to put something to good use hacer buen uso de algo
    to put the blame on somebody echar la culpa a alguien
    to put something up for sale poner algo en venta
    to stay put quedarse quieto,-a
    put ['pʊt] v, put ; putting vt
    1) place: poner, colocar
    put it on the table: ponlo en la mesa
    2) insert: meter
    it put her in a good mood: la puso de buen humor
    to put into effect: poner en práctica
    4) impose: imponer
    they put a tax on it: lo gravaron con un impuesto
    5) subject: someter, poner
    to put to the test: poner a prueba
    to put to death: ejecutar
    6) express: expresar, decir
    he put it simply: lo dijo sencillamente
    7) apply: aplicar
    to put one's mind to something: proponerse hacer algo
    8) set: poner
    I put him to work: lo puse a trabajar
    9) attach: dar
    to put a high value on: dar gran valor a
    10) present: presentar, exponer
    to put a question to someone: hacer una pregunta a alguien
    put vi
    1)
    to put to sea : hacerse a la mar
    2)
    to put up with : aguantar, soportar
    adj.
    puesto, -a adj.
    pret., p.p.
    (Preterito definido y participio pasivo de "to put")
    colocar v.
    v.
    (§ p.,p.p.: put) = lanzar v.
    meter v.
    poner v.
    (§pres: pongo, pones...) pret: pus-
    pp: puesto
    fut/c: pondr-•)
    situar v.
    pʊt
    1.
    1) (pres p putting; past & past p put) transitive verb
    2)
    a) ( place) poner*; (with care, precision etc) colocar*, poner*; ( inside something) meter, poner*

    to put something in the oven — poner* or meter algo en el horno

    did you put salt in it? — ¿le pusiste or le echaste sal?

    I put myself on the listme apunté or me puse en la lista

    not to know where to put oneself o (AmE also) one's face (colloq) — no saber* dónde ponerse or meterse

    b) (install, fit) poner*
    3)
    a) ( thrust)

    she put her head around the door/out of the window — asomó la cabeza por la puerta/por la ventana

    b) (send, propel)
    c) ( Sport)

    to put the shot — lanzar* el peso

    4)
    a) ( rank) poner*

    to put something above/before something: I put honesty above all other virtues para mí la honestidad está por encima de todas las demás virtudes or por encima de todo; he puts his art before everything else — antepone su arte a todo

    b) (in competition, league)

    this victory puts them in o into the lead — con esta victoria pasan a ocupar la delantera

    c) ( estimate)

    to put something at something: I'd put the figure at closer to $40,000 — yo diría que la cifra es más cercana a los 40.000 dólares

    5) ( cause to be) poner*

    to put something to good use\<\<time/ability/object\>\> hacer* buen uso de algo

    6) (make undergo, cause to do)

    to put somebody to something: I don't want to put you to any trouble no quiero causarle ninguna molestia; I put her to work — la puse a trabajar; death, shame I 1), test I 1) b) etc

    7)
    a) (attribute, assign)

    to put something on something: I couldn't put a price on it no sabría decir cuánto vale; I put a high value on our friendship — valoro mucho nuestra amistad

    b) ( impose)

    to put something on something/somebody: they put a special duty on these goods gravaron estos artículos con un impuesto especial; to put the blame on somebody echarle la culpa a algn, culpar a algn; it put a great strain on their relationship — eso sometió su relación a una gran tensión

    8)
    a) (instill, infect)

    to put something in(to) something: who put that idea into your head? — ¿quién te metió esa idea en la cabeza?

    to put something in(to) something: the fresh air put some color into his cheeks — el aire fresco les dio un poco de color a sus mejillas

    9)
    a) ( invest)

    to put something into something\<\<money\>\> invertir* algo en algo

    b) (bet, stake)

    to put something on something\<\<money\>\> apostar* or jugarse* algo a algo

    to put something toward something — contribuir* con algo a algo, poner* algo para algo

    10) (fix, repose)

    to put something in something/somebody: I put my trust in you puse or (liter) deposité mi confianza en ti; I don't put much faith in conventional medicine — no le tengo mucha fe a la medicina convencional

    11) ( present) \<\<views/case\>\> exponer*, presentar; \<\<proposal\>\> presentar

    to put something to somebody: to put a question to somebody hacerle* una pregunta a algn; the employers' offer will be put to a mass meeting la oferta de la patronal será sometida a votación en una asamblea; I put it to you that... — (frml) mi opinión es que...

    12) (write, indicate, mark) poner*

    what shall I put? — ¿qué pongo?

    13) ( express) decir*

    (let me) put it this way: I wouldn't invite him again — te digo lo siguiente: no lo volvería a invitar

    to put something well/badly — expresar algo bien/mal


    2.
    put vi ( Naut)

    to put to sea — hacerse* a la mar, zarpar

    Phrasal Verbs:
    [pʊt] (pt, pp put)
    1. TRANSITIVE VERB
    For set combinations consisting of put + noun, eg put a price on, put a strain on, put an end to, put at risk, put out of business, put in touch with look up the noun. For put + adverb/preposition combinations, see also phrasal verbs.
    1) (=place, thrust)
    a) (physically) poner; (with precision) colocar; (=insert) meter, introducir more frm; (=leave) dejar

    I put a serviette by each plate — puse or coloqué una servilleta junto a cada plato

    put it in the drawer — ponlo en el cajón

    she put the chairs in a circlepuso or colocó las sillas en círculo

    shall I put milk in your coffee? — ¿te pongo leche en el café?

    he put a coin in the slotpuso or metió or more frm introdujo una moneda en la ranura

    you should put your money in a bankdeberías poner or more frm depositar el dinero en un banco

    I put a sheet of paper into the typewriter — puse or coloqué una hoja de papel en la máquina de escribir

    he put his keys on the table — puso or dejó las llaves en la mesa

    I put some more coal on the firepuse or eché más carbón en el fuego

    she put her head on my shoulderapoyó or recostó la cabeza en mi hombro

    she put her head out of the window — asomó la cabeza por la ventana

    he put his hand over his mouth — se tapó la boca con la mano, se puso la mano en la boca

    he put his head round the door — asomó la cabeza por la puerta

    put it there! * (handshake) ¡chócala! *

    I put my fist through the window — rompí la ventana con el puño

    he put the shell to his ear — se puso or se acercó la concha al oído

    bed 1., 1), flight II, stay I, 1., 1), a) Some put + noun combinations require a more specific Spanish verb. For very set combinations look up the noun.

    the syllabus puts a lot of emphasis on languages — el programa (de estudios) hace or pone mucho énfasis en los idiomas

    I wouldn't put any faith in what he says — yo no creería lo que dice, yo no tendría ninguna confianza en lo que dice

    you can put that idea out of your head — ya te puedes quitar esa idea de la cabeza

    this puts the responsibility on drivers to be aware of the law — esto responsabiliza a los conductores de estar enterados de la ley

    blame 1., figure 1., 6), trust 1., 1), tax 1., 1)
    2) (=cause to be) poner

    to put sb in a good/bad mood — poner a algn de buen/mal humor

    this puts me in a very awkward positionesto me pone or deja en una situación muy difícil

    his win today puts him in second place overallla victoria de hoy le pone or coloca en segunda posición en la clasificación general

    to put sb on a diet — poner a algn a dieta or a régimen

    3) (=cause to undertake)

    to put sb to sth: it put us to a lot of extra expensenos supuso muchos gastos adicionales

    I don't want to put you to any troubleno quiero causarte ninguna molestia

    she put him to work immediately — lo puso a trabajar en seguida

    4) (=express) decir

    I don't quite know how to put this — la verdad, no sé cómo decir esto

    as Shakespeare puts it — como dice Shakespeare

    to put it bluntly — para decirlo claramente, hablando en plata *

    I find it hard to put into words — me resulta difícil expresarlo con palabras

    how shall I put it? — ¿cómo lo diría?

    let me put it this way... — digámoslo de esta manera..., por decirlo de alguna manera...

    to put it another way, it'll save you three hours — por decirlo de otra manera, te ahorrará tres horas

    5) (=write) poner, escribir

    what do you want me to put? — ¿qué quieres que ponga or escriba?

    put your name at the top of the paperponga or escriba su nombre en la parte superior del papel

    put the title in capital letterspon or escribe el título en letras mayúsculas

    I've put you on the waiting list — le he puesto en la lista de espera

    put it on my account — (Comm) cárguelo a mi cuenta

    he put a line through the offending paragraph — tachó el párrafo controvertido

    to put one's signature to sth — firmar algo

    6) (=invest) invertir

    to put money into a company — invertir dinero en una compañía

    I've put a lot of time and effort into this — he invertido un montón de tiempo y esfuerzo en esto, le he dedicado a esto mucho tiempo y esfuerzo

    "I'm not getting much out of this course" - "well, you're not putting much into it, are you?" — -no estoy sacando mucho de este curso -tampoco es que te estés esforzando mucho, ¿no?

    7) (=contribute)

    to put sth towards sth — contribuir (con) algo hacia algo

    I'm going to put the money towards a holidayvoy a poner or guardar el dinero para unas vacaciones

    8) (=expound, submit) [+ views] expresar, exponer

    he puts the case for a change in the lawplantea or expone argumentos a favor de un cambio en la ley

    she puts a convincing casepresenta or da argumentos convincentes

    the proposal was put before Parliament — la propuesta se presentó ante el parlamento

    to put sth to sb, how will you put it to him? — ¿cómo se lo vas a decir or comunicar?

    I put it to you that... — les sugiero que...

    9) (=estimate)

    they put the loss at around £50,000 — calcularon or valoraron las pérdidas en unas 50.000 libras

    his fortune is put at 3 billionse calcula or valora su fortuna en 3 billones

    the number of dead was put at 6,000 — se calculó or estimó el número de muertos en 6.000

    some put the figure as high as 20,000 — algunos estiman que la cifra llega hasta 20.000

    10) (=rank)

    he put himself above the law — creía estar por encima de la ley

    I wouldn't put him among the greatest poets — yo no le pondría entre los más grandes poetas

    we should never put money before happiness — no deberíamos nunca anteponer el dinero a la felicidad

    she has always put her career firstpara ella su carrera siempre ha sido lo primero

    11) (=set)

    she put my brother against me — puso a mi hermano en contra mía

    to put a watch to the right time — poner un reloj en hora

    12) (=throw)

    to put the shot — (Sport) lanzar el peso

    13) (St Ex) (=offer to sell) [+ stock, security] declararse vendedor de
    14) (=bet)
    see put on
    2.
    INTRANSITIVE VERB
    (Naut)

    to put into port — entrar a puerto

    to put to sea — hacerse a la mar

    3.
    COMPOUND

    put option N — (St Ex) opción f de venta a precio fijado

    * * *
    [pʊt]
    1.
    1) (pres p putting; past & past p put) transitive verb
    2)
    a) ( place) poner*; (with care, precision etc) colocar*, poner*; ( inside something) meter, poner*

    to put something in the oven — poner* or meter algo en el horno

    did you put salt in it? — ¿le pusiste or le echaste sal?

    I put myself on the listme apunté or me puse en la lista

    not to know where to put oneself o (AmE also) one's face (colloq) — no saber* dónde ponerse or meterse

    b) (install, fit) poner*
    3)
    a) ( thrust)

    she put her head around the door/out of the window — asomó la cabeza por la puerta/por la ventana

    b) (send, propel)
    c) ( Sport)

    to put the shot — lanzar* el peso

    4)
    a) ( rank) poner*

    to put something above/before something: I put honesty above all other virtues para mí la honestidad está por encima de todas las demás virtudes or por encima de todo; he puts his art before everything else — antepone su arte a todo

    b) (in competition, league)

    this victory puts them in o into the lead — con esta victoria pasan a ocupar la delantera

    c) ( estimate)

    to put something at something: I'd put the figure at closer to $40,000 — yo diría que la cifra es más cercana a los 40.000 dólares

    5) ( cause to be) poner*

    to put something to good use\<\<time/ability/object\>\> hacer* buen uso de algo

    6) (make undergo, cause to do)

    to put somebody to something: I don't want to put you to any trouble no quiero causarle ninguna molestia; I put her to work — la puse a trabajar; death, shame I 1), test I 1) b) etc

    7)
    a) (attribute, assign)

    to put something on something: I couldn't put a price on it no sabría decir cuánto vale; I put a high value on our friendship — valoro mucho nuestra amistad

    b) ( impose)

    to put something on something/somebody: they put a special duty on these goods gravaron estos artículos con un impuesto especial; to put the blame on somebody echarle la culpa a algn, culpar a algn; it put a great strain on their relationship — eso sometió su relación a una gran tensión

    8)
    a) (instill, infect)

    to put something in(to) something: who put that idea into your head? — ¿quién te metió esa idea en la cabeza?

    to put something in(to) something: the fresh air put some color into his cheeks — el aire fresco les dio un poco de color a sus mejillas

    9)
    a) ( invest)

    to put something into something\<\<money\>\> invertir* algo en algo

    b) (bet, stake)

    to put something on something\<\<money\>\> apostar* or jugarse* algo a algo

    to put something toward something — contribuir* con algo a algo, poner* algo para algo

    10) (fix, repose)

    to put something in something/somebody: I put my trust in you puse or (liter) deposité mi confianza en ti; I don't put much faith in conventional medicine — no le tengo mucha fe a la medicina convencional

    11) ( present) \<\<views/case\>\> exponer*, presentar; \<\<proposal\>\> presentar

    to put something to somebody: to put a question to somebody hacerle* una pregunta a algn; the employers' offer will be put to a mass meeting la oferta de la patronal será sometida a votación en una asamblea; I put it to you that... — (frml) mi opinión es que...

    12) (write, indicate, mark) poner*

    what shall I put? — ¿qué pongo?

    13) ( express) decir*

    (let me) put it this way: I wouldn't invite him again — te digo lo siguiente: no lo volvería a invitar

    to put something well/badly — expresar algo bien/mal


    2.
    put vi ( Naut)

    to put to sea — hacerse* a la mar, zarpar

    Phrasal Verbs:

    English-spanish dictionary > put

  • 10 encajar

    v.
    1 to fit (meter ajustando) (piezas, objetos).
    El chico encajó las baldosas The boy fit the tiles.
    4 to take.
    5 to match (hechos, declaraciones, datos).
    encajar con algo to match something
    6 to fit nicely (ser oportuno, adecuado).
    7 to insert, to thrust in, to fix firmly in place, to seat.
    Ricardo encajó unos ladrillos Richard inserted some bricks.
    8 to fit well, to be relevant, to fit in.
    Los ladrillos encajan bien The bricks fit in well.
    * * *
    1 (ajustar) to fit
    2 (hueso) to set
    3 (recibir) to take, withstand
    4 (soportar) to bear; (hacer aguantar) to force to sit through, force to listen to
    5 (indirecta, comentario) to get in
    6 (dar un golpe) to land
    7 TÉCNICA to gear
    1 (caber) to fit
    2 figurado (corresponderse) to fit (in), correspond, tally
    3 figurado (ir bien) to go, match, suit
    4 figurado (adaptarse) to fit in, settle
    1 (atascarse) to get stuck, stick
    2 figurado (vestido) to slip on; (sombrero) to put on
    * * *
    verb
    3) take
    * * *
    1. VT
    1) (=acoplar) [+ pieza, tapón] to fit; [+ partes] to fit together
    2) (=aceptar) [+ broma, crítica] to take; [+ desgracia, derrota] to handle, cope with
    3) *

    encajar algo a algn(=endilgar) to lumber sb with sth *, dump sth on sb *; (=timar) to palm sth off on o onto sb *

    4) (=dar, meter) [+ golpe, patada] to give
    5) (=dejarse meter) to let in
    2. VI
    1) (=ajustar) [puerta] to fit; [piezas] to fit (together)

    encajar en algo — to fit into sth

    2) (=coincidir) [teoría, coartada] to fit

    encajar con algo — to tie in with sth, tally with sth

    3) (=integrarse)

    encajar en[+ serie, papel] to be right for; [+ ambiente] to fit in

    3.
    See:
    * * *
    1.
    verbo transitivo
    1) (meter, colocar) to fit
    2) (esp AmL fam) ( endilgar)

    me encajaron a mí el trabajitoI got saddled o landed with the job (colloq)

    3)
    a) <broma/críticas> to take; <desgracia/situación> to accept
    b) (Dep) < gol> to let... in; <derechazo/golpe> to take
    2.
    a) pieza/cajón to fit
    b) ( cuadrar) to fit
    c) (armonizar, casar)
    3.
    encajarse v pron
    1) (refl) (fam) < prenda> to put on
    2) (Méx) ( aprovecharse) to take advantage
    * * *
    = build into, fit in/into, wedge, fit together, dovetail, build in, lock into + place.
    Ex. Carlton Duncan discussed the difficulties built into the educational processes which led to under-performance at school and the resulting low representation in higher education and low entry into the professions.
    Ex. Since the entire catalog cannot possibly fit into a single display screen, DOBIS/LIBIS must allow users to browse.
    Ex. A special form of woodcut initial, common from the mid sixteenth to the mid eighteenth century, was the factotum, a square ornamental block with a hole through the middle into which a piece of type could be wedged, one block thus serving for any initial letter.
    Ex. The narrative may be unfamiliar in its structure so that they are unsure about the way different elements of the story fit together.
    Ex. The three should dovetail so that each builds on the other instead of working against it.
    Ex. This agreement must build in incentives to participating libraries as well as methods of censuring those participants which do not fulfil their obligations to the other participating libraries in the network = Este acuerdo debe incorporar incentivos para las bibliotecas participantes así cómo la forma de llamarle la atención a aquellos participantes que no cumplan sus obligaciones con las otras bibliotecas de la red.
    Ex. The gas cylinder has a small locating cut out on the inner rim to ensure it locks into place within the cooker.
    ----
    * encajar bien = good fit.
    * encajar con = mesh with, fit with.
    * encajar el golpe = take it on + the chin.
    * * *
    1.
    verbo transitivo
    1) (meter, colocar) to fit
    2) (esp AmL fam) ( endilgar)

    me encajaron a mí el trabajitoI got saddled o landed with the job (colloq)

    3)
    a) <broma/críticas> to take; <desgracia/situación> to accept
    b) (Dep) < gol> to let... in; <derechazo/golpe> to take
    2.
    a) pieza/cajón to fit
    b) ( cuadrar) to fit
    c) (armonizar, casar)
    3.
    encajarse v pron
    1) (refl) (fam) < prenda> to put on
    2) (Méx) ( aprovecharse) to take advantage
    * * *
    = build into, fit in/into, wedge, fit together, dovetail, build in, lock into + place.

    Ex: Carlton Duncan discussed the difficulties built into the educational processes which led to under-performance at school and the resulting low representation in higher education and low entry into the professions.

    Ex: Since the entire catalog cannot possibly fit into a single display screen, DOBIS/LIBIS must allow users to browse.
    Ex: A special form of woodcut initial, common from the mid sixteenth to the mid eighteenth century, was the factotum, a square ornamental block with a hole through the middle into which a piece of type could be wedged, one block thus serving for any initial letter.
    Ex: The narrative may be unfamiliar in its structure so that they are unsure about the way different elements of the story fit together.
    Ex: The three should dovetail so that each builds on the other instead of working against it.
    Ex: This agreement must build in incentives to participating libraries as well as methods of censuring those participants which do not fulfil their obligations to the other participating libraries in the network = Este acuerdo debe incorporar incentivos para las bibliotecas participantes así cómo la forma de llamarle la atención a aquellos participantes que no cumplan sus obligaciones con las otras bibliotecas de la red.
    Ex: The gas cylinder has a small locating cut out on the inner rim to ensure it locks into place within the cooker.
    * encajar bien = good fit.
    * encajar con = mesh with, fit with.
    * encajar el golpe = take it on + the chin.

    * * *
    encajar [A1 ]
    vt
    A (meter, colocar) to fit
    lo encajó en las guías he fitted it onto the runners
    B ( fam) (endilgar) encajarle algo A algn:
    le encajó un billete de lotería caducado she palmed him off with an out-of-date lottery ticket ( colloq)
    se fue de viaje y me encajó el perro he went on a trip and landed o ( BrE) lumbered me with the dog ( colloq)
    los fines de semana le encaja los hijos a la suegra at the weekend she dumps the kids on her mother-in-law ( colloq)
    me encajó tremenda patada he gave me a hell of a kick ( colloq)
    les encajaron tres goles they put three goals past them
    C
    1 ‹disgusto/broma/crítica› to take
    encajó bien las críticas she took the criticism well
    sé encajar una derrota I can cope with o take o accept defeat
    2 ( Dep) ‹gol› to let … in; ‹derechazo/golpe› to take
    ■ encajar
    vi
    1 «pieza/cajón» to fit encajar EN algo to fit IN sth
    este cajón no encaja bien this drawer doesn't fit properly
    las piezas encajaron the pieces fitted together
    2 (cuadrar) to fit
    sus ideas encajan dentro de la filosofía marxista his ideas fit in with Marxist philosophy
    esto no encaja dentro de ninguna categoría this doesn't fit into any category
    encajar CON algo:
    su versión no encaja con la de otros testigos his version does not square with o correspond to o match that of other witnesses
    su información no encaja con la que he recibido her information does not agree o tally with the information that I have received
    no encaja con la decoración it doesn't fit in with the decor
    A refl ( fam) ‹prenda› to put on
    B ( Méx) (aprovecharse) to take advantage encajarse CON algn to take advantage OF sb
    * * *

     

    encajar ( conjugate encajar) verbo transitivo
    1 (meter, colocar) to fit
    2 (esp AmL fam) ( endilgar):
    me encajaron a mí el trabajito I got saddled o landed with the job (colloq);

    le encaja los hijos a la suegra she dumps the kids on her mother-in-law (colloq);
    les encajaron tres goles they put three goals past them
    verbo intransitivo
    a) [pieza/cajón] to fit;


    las piezas encajaron the pieces fitted together
    b) (corresponder, cuadrar) [hechos/descripción] to fit;


    encajar
    I verbo transitivo
    1 (algo dentro de algo) to insert: hay que encajar las fichas del rompecabezas, you have to fit the pieces of the puzzle together
    2 (aceptar) to take: encaja muy mal las críticas, she takes criticism very badly
    3 (un golpe a alguien) to land sb a blow
    II verbo intransitivo
    1 (ajustarse) to fit: este enchufe no encaja aquí, this plug doesn't fit
    2 (cuadrar) no encaja en este ambiente, she doesn't fit in in this environment
    su declaración no encaja con la del testigo, her statement doesn't agree with that of the witness
    ' encajar' also found in these entries:
    Spanish:
    ajustar
    - bailar
    - casar
    - coincidir
    - concordar
    - embutir
    - entrar
    - rompecabezas
    - salirse
    - corresponder
    - muesca
    English:
    blend
    - fit
    - match
    - set
    - slot
    - dovetail
    - join
    * * *
    vt
    1. [meter ajustando] to fit (en into); [hueso dislocado] to set;
    encajaron el cristal en el marco de la ventana they fitted the glass into the window frame
    2. [meter con fuerza] to push (en into);
    hay que encajar el ropero en ese hueco the wardrobe has to be squeezed into that space
    3. [recibir] [golpe, críticas, noticia] to take;
    [goles, canastas] to concede;
    encajaron muy mal el cierre de la fábrica they took the factory closure very badly;
    encajaron pocas canastas triples they didn't let them get many three-pointers;
    ha encajado quince goles esta liga he's let in fifteen goals this season;
    encajar una derrota to be defeated
    4. Fam [soltar] [insultos] to hurl;
    encajar un golpe a alguien to land sb a blow, to land a blow on sb;
    nos encajó un sermón de dos horas he treated us to a two hour lecture
    5. Fam [endosar] to land, to dump (a on);
    me ha encajado a su bebé porque se va al cine she dumped her baby on me because she's going to the cinema
    6. Fam [dar, engañar con] to palm off;
    le encajaron un billete falso they palmed off a counterfeit note on him
    vi
    1. [piezas, muebles] to fit (en into);
    esta puerta no encaja bien this door doesn't fit the frame properly
    2. [concordar] [hechos, declaraciones, datos] to tally;
    ahora todo encaja it all falls into place now;
    encajar con algo to tally with sth, to match sth
    3. [ser oportuno, adecuado]
    ese mueble no encaja ahí that piece of furniture doesn't go there o look right there;
    ¿crees que encajará bien en el grupo? do you think she'll fit into the group all right?;
    su ropa no encaja con la seriedad del acto her clothes aren't in keeping with the seriousness of the occasion
    * * *
    I v/t
    1 piezas fit
    2 golpe take; gol concede
    II v/i fit (en in;
    con with)
    * * *
    : to fit, to fit together, to fit in
    1) : to insert, to stick
    2) : to take, to cope with
    encajó el golpe: he withstood the blow
    * * *
    1. (colocar) to fit [pt. & pp. fitted]
    2. (juntar) to fit together
    3. (coincidir) to fit in
    4. (aceptar disgustos, bromas) to take [pt. took; pp. taken]
    5. (recibir goles) to let in [pt. & pp. let]

    Spanish-English dictionary > encajar

  • 11 chamuyar

    VI Arg, Uru = chamullar
    * * *
    1.
    verbo intransitivo (RPl fam) to chatter
    2.
    chamuyar vt (RPl fam) to mutter
    * * *
    1.
    verbo intransitivo (RPl fam) to chatter
    2.
    chamuyar vt (RPl fam) to mutter
    * * *
    chamuyar [A1 ]
    vi
    ( RPl fam) to chatter
    ■ chamuyar
    vt
    ( RPl fam) to mutter
    ¿qué cosas chamuyarán esos dos? what can those two be muttering about?
    apenas chamuyaba el idioma he could barely speak the language
    * * *

    chamuyar ( conjugate chamuyar) verbo intransitivo (RPl fam) to chatter
    verbo transitivo (RPl fam) to mutter
    * * *
    vt
    1. [susurrar] to mutter, to whisper;
    le chamuyó algo al oído she muttered something in his ear
    2. [engañar] to take in, to diddle
    vi
    to mutter, to whisper;
    dos enamorados chamuyaban en un rincón two lovers were muttering o whispering to each other in a corner

    Spanish-English dictionary > chamuyar

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